El secretario general del gremio SETIA, Rodrigo Cárcamo, indicó que actualmente la actividad textil en la provincia solo emplea a cerca de 470 trabajadores, cuando hace dos años atrás, antes de las recientes políticas nacionales, contaba con alrededor de 1.100 personas en actividad.

Cárcamo señaló que la caída de empleos está directamente vinculada con el cierre y la partida de varias fábricas textiles de la provincia, destacando los casos específicos de Textil Río Grande y Barpla, empresas que abandonaron la producción local a comienzos del presente año.

En diálogo radial con Aire Libre FM, el dirigente gremial afirmó que las políticas económicas impulsadas por el gobierno nacional, particularmente aquellas orientadas a favorecer la apertura sin control de importaciones, están impactando negativamente en la industria textil. Además, remarcó que las empresas locales deben enfrentar aumentos tarifarios que en algunos casos alcanzan hasta un 700%, situación que profundiza aún más la crisis del sector.

Respecto al futuro inmediato, Cárcamo se mostró pesimista, afirmando que no vislumbra una recuperación en el corto plazo, debido al rumbo económico adoptado por la actual gestión nacional. "La situación es crítica, y lamentablemente no parece que vaya a mejorar pronto", sostuvo.

Finalmente, el representante gremial consideró que detrás de estas decisiones económicas existe una intención deliberada del gobierno nacional de debilitar la producción en Tierra del Fuego, poniendo en riesgo no solo al sector textil, sino también la estabilidad económica de toda la región.