
La situación del sector textil en Tierra del Fuego continúa agravándose, con despidos sistemáticos, plantas casi paralizadas y empresas que se amparan en contratos temporarios o directamente en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo para desvincular personal con indemnizaciones reducidas al 50%.
Diego Abrego, representante de la Asociación Obrera Textil, en diálogo con Fm La Isla detalló el panorama que atraviesan los trabajadores y trabajadoras del rubro: “Hay fábricas que están desvinculando con el 50% de la indemnización. Nosotros como gremio realizamos las denuncias correspondientes y vamos a audiencias. Pero esto es parte de un proceso de desmantelamiento”.
Según informó, la situación de la industria no ha tenido cambios sustanciales en los últimos dos meses: “Fabrisur quedó dentro del régimen, al igual que las hilanderías Fueguina y Cordoncelli. Australtex continúa operando bajo una cautelar. No hay mayores novedades”, indicó.
La crisis se acentúa por el avance de las importaciones, especialmente desde China, lo que ha generado una competencia desleal. “Es imposible competir con productos chinos en el rubro textil e indumentaria. Esto se ve en toda la Argentina, no solo en Tierra del Fuego”, afirmó Abrego.
Respecto a la situación de las distintas plantas, precisó que “Hilandería Fueguina despidió a cinco compañeros con el artículo 247 y también intentaron eliminar derechos adquiridos como ítems de producción. Nosotros hicimos las denuncias correspondientes y estamos en esa lucha”.
Australtex, una de las empresas más grandes del sector, mantiene una medida cautelar mientras espera un fallo por un recurso de consideración. Sin embargo, ha dado señales de reactivación: “Estuvieron tomando tejedores especializados que fueron despedidos por otras fábricas, como Fabrisur o Textil Río Grande. Eso nos indica que están buscando producir, aunque con contrato de seis meses”.
Abrego explicó que esa modalidad deja al trabajador completamente expuesto: “La empresa tiene las manos liberadas para contratar y despedir. Y eso se suma a otros derechos que se van perdiendo con el paso del tiempo”.
El panorama para el sector es desalentador. Según el dirigente gremial, “en 2023 había unos 650 o 700 compañeros; hoy quedan 250. Muchas máquinas están paradas y las condiciones laborales se deterioran día a día”.
Desde el sector sindical remarcan la gravedad de cada despido: “Tierra del Fuego no devuelve el trabajo. Río Grande no devuelve el trabajo. Por eso cada desvinculación hay que tomarla como una tragedia”, advirtió Abrego.
Y añadió: “Insistimos en la necesidad de empatía. Quien pierde el trabajo atraviesa una situación extremadamente difícil y merece el acompañamiento de toda la sociedad. Porque solo quien lo ha vivido sabe lo que implica quedarse sin empleo en esta provincia”.
Por el momento, las esperanzas están puestas en futuras gestiones con la Secretaría de Industria y otros organismos, aunque sin anuncios concretos a la vista.
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