El ministro de Educación de Tierra del Fuego, Pablo López Silva, se refirió en Río Grande a los principales desafíos que enfrenta el sistema educativo provincial, entre ellos la transformación educativa, la situación edilicia de las escuelas y el conflicto con el sector docente.

En diálogo con la prensa, el funcionario advirtió que la crisis económica condiciona cualquier posibilidad de avance real. “Hasta que no se solucione el problema económico que atraviesa la provincia, será imposible llevar adelante una transformación educativa como la que planteó el gobernador. Todo quedará en una expresión de deseo”, afirmó.

López Silva subrayó que la fuerte caída de la coparticipación nacional, que supera el 35%, impacta directamente en el financiamiento educativo. “Lamentablemente no podemos dar una respuesta al reclamo salarial del sindicato. No es que no queramos otorgar lo que piden; simplemente no están los recursos”, expresó.

En cuanto al proceso de transformación educativa, indicó que se encuentra en una etapa inicial de concientización, y valoró que docentes y estudiantes estén participando activamente: “Pensamos que iba a llevar más tiempo, pero el debate se dio de manera natural y eso permitirá diseñar un proceso más sólido”.

También se refirió al estado edilicio de las instituciones, y confirmó que se están planificando obras urgentes durante el invierno, especialmente en sistemas de calefacción y electricidad, junto al Ministerio de Obras Públicas.

Respecto a las medidas de fuerza que mantienen a miles de alumnos sin clases, fue contundente: “Las desobligaciones y los paros no hacen más que agravar la situación. Vamos a seguir apostando al diálogo, pero si no se cuenta con el dinero necesario, no hay forma de llegar a un punto de acuerdo”.

Finalmente, López Silva remarcó que la transformación educativa no resolverá por sí sola los problemas estructurales: “El cambio requiere condiciones concretas, y hoy la situación económica no lo permite. Debemos ser responsables y construir desde la realidad”, concluyó.