
El anuncio de un plan de lucha, con paros y protestas incluidos, destrabó lasnegociaciones salariales entre el gremio de la UOM y las cámaras de la industria metalúrgica, que quedaron a un paso de definirse en torno a un incremento escalonado de entre el 33% y 35% anual.
El martes hubo un acercamiento en las conversaciones que referentes el sindicato que lidera Antonio Caló y de las cámaras Adimra, AFAC, Afarte, Camima, Fedehogar y Caiama. El reclamo gremial y la oferta empresarial apenas quedaron con una brecha de apenas dos puntos. Algo que resolverán las partes el jueves.
La UOM reclamó una suba en tres tramos, el primero de 20% a partir de abril y otros dos tramos de 6% cada uno, además de un suplemento por única vez de $3.000, a lo que se agrega la suma fija de $2.600 que las empresas pagaron en marzo pasado a cuenta de la paritaria.
Ese esquema representa un incremento total de entre 35% y 36%, según los cálculos de fuentes de la negociación.
La contraoferta empresaria solo se diferencia del pedido sindical en el primer tramo del aumento, de un 18% en lugar de 20%, con lo que la suba se ubicaría entre el 33% y 34%.
La intención de evitar un conflicto aceleró las conversaciones. La semana pasada, la cúpula del gremio metalúrgico había anunciado un plan de lucha que incluía un paro general de la actividad para el próximo 5 de mayo, además de diversas protestas y movilizaciones.
Si finalmente el acuerdo salarial de los metalúrgicos se define en torno a una pauta del 33% o 35%, se sumará a las paritarias que inauguraron la semana pasada aceiteros y bancarias, con incrementos anuales del 38% y 35% respectivamente, muy lejos de la pretensión del 25% que el Gobierno había deslizado previo al arranque de las principales negociaciones y antes del impacto de los aumentos de las tarifas de energía, gas y transporte sobre la inflación.
Fuente: Iprofesional
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