La Unión Obrera Metalúrgica, seccional Río Grande, expresó su rotundo rechazo al plan para establecer un proceso productivo de teléfonos celulares que fue presentado por las cámaras AFARTE y UIF y que, según señalan, cuenta con el aval de empresas beneficiarias del subrégimen de promoción industrial previsto en la ley 19640. La protesta fue formalizada en una nota dirigida a la Comisión del Área Aduanera Especial para Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, firmada por las y los integrantes del Congreso de Delegadas y Delegados de la seccional.

Los dirigentes sindicales cuestionan la rapidez con la que se intenta imponer un esquema productivo que, a su entender, tendrá efectos duraderos sobre la fabricación de un bien “de gran importancia” y sobre el conjunto de trabajadores y trabajadoras que, afirman, han sido clave para el desarrollo y la estabilidad de la industria en la provincia. En el texto muestran sorpresa por la premura del debate y advierten sobre las consecuencias para las plantillas locales.

Además, el comunicado recuerda que los propios empresarios —quienes en mayo expresaron dificultades para continuar produciendo en Tierra del Fuego tras la modificación de aranceles— ahora, en acuerdo con Nación, promueven un proyecto que la UOM interpreta como una amenaza a los puestos de trabajo. Según la organización, esas medidas responden a políticas que, en su visión, socavan la industria nacional y favorecen la reducción de empleo en la provincia.

En el cierre, el Congreso de Delegadas y Delegados ratifica su postura pública y su disposición a continuar la resistencia: mantienen la posición que han manifestado “en las calles y en cada acción llevada a cabo” y, como representantes en la Comisión del Área Aduanera Especial, rechazan de forma categórica cualquier avance del proyecto presentado por AFARTE y UIF y respaldado por empresas radicadas en la provincia.