Un duro momento se encuentra atravesando la tornería Rolon, la cual supo estar ubicada en Bilbao al 900 por muchos años. Pero, en los últimos días desalojo su histórico lugar y se transado a un pequeño galpón en la zona del Parque Industrial.
El empresario debió trasladar su taller ya que no puede afrontar el alto precio del alquiler. En estos momentos hay tres empleados, los cuales debió mandar de vacaciones, ya que no tiene trabajo.
Rolón indicó que “no damos más, no tenemos respiro. Tengo tres empleados que tuve que mandarlos de vacaciones porque no hay laburo. Y no sé qué va a pasar cuando vuelvan. Calculo que el mes que viene cierro, no puedo seguir trabajando”.
Este hombre manifestó que cada uno de sus empleados gana $25.000, a este valor debe sumarle el de los impuestos, gas, luz y alquiler. Agregó que no le “queda un mango” y que lamentablemente si esta situación continúa agravando deberá cerrar las puertas definitivamente.
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