El 2018 fue un año cuesta abajo para el comerciante chileno que estaba habituado al gran movimiento proveniente de la Argentina. Esta situación cretácica no fue ajena para el empresariado de Punta Arenas, quienes vieron cómo comenzó a mermar las ventas. La suba del dólar, la depresión del peso argentino y la prohibición de circular por el vecino país con vidrios de los coches polarizados fueron uno de los factores que provocaron que el argentino medite un poco más si viajar o no al vecino país.

La Zona Franca de Punta Arenas, un sitio sumamente atractivo para los habitantes de Santa Cruz y Tierra del Fuego principalmente, durante el año pasado tuvo valores superadores en cuanto a consumo con comparación al 2017. No obstante, resintió la baja de los compradores argentinos.

En el primer semestre de 2018 en los locales ubicados en la ZonAustral crecieron las ventas un 9,1%, pero esta alza se registró por la consolidación del consumidor propio de la región magallánica de Chile en base a su preferencia y a su frecuencia de visitas, que se mantuvieron prácticamente estables. Asimismo, desde la concesionaria se informó que en el segundo semestre del año pasado también hubo una repuntada en las ventas, pero el “turismo shopping” fue escaso y eso se evidenció en los comercios que están tanto dentro como afuera de la ZonAustral.

En la segunda mitad del año las ventas totales de la Zona Franca alcanzaron un 1,4% más que el año 2017 gracias a un primer semestre dinámico en materia de transacciones de locales comerciales –afirmaron- “frente a un segundo semestre donde se evidenció la ausencia del turismo de compras como fue la tónica en todo el país”.

Como se indicó anteriormente otro fue el panorama para los locales comerciales que están instalados dentro de la Zona Franca y operan en el recinto o en el módulo central. Las transacciones se mantuvieron prácticamente constantes con ventas registradas un 0,6% menores en relación al año pasado. Sobre este punto desde la concesionaria entienden que esto fue “reflejo de un buen dinamismo interno, que compensó el menor flujo de actividad del turismo extranjero de compras”.

No obstante esto, este arranque de 2019 pareciera ir mutando la situación en baja. Comerciantes de Punta Arenas han afirmado que comenzaron a ver más argentinos que cruzaron la frontera para comprar ¿Qué los motiva? Adquirir los útiles escolares.

Vuelve el hábito de viajar

Faltan ocho días para la llegada de marzo, pero muchos menos para el inicio del Ciclo Lectivo 2019 que está agendado para el 25 de este mes. Con los gremios docentes santacruceños definiendo en el día de hoy si le dan la bienvenida a las clases con un paro o no, los padres pese a este incierto arranque quieren estar preparados.

Los vendedores trasandinos afirmaron que hace poco más de tres semanas es constante el ir y venir de argentinos que con listita en mano buscan precios de útiles escolares. Cuadernos, lápices, plasticola, mochilas, cartucheras, cartulinas, entre otros productos, conforman en su gran mayoría la lista, una compra casi obligada para los que tienen hijos en edad escolar.

El no ser tan estricto el control en ruta de los vehículos que estén polarizados y que el peso argentino frente al chileno oscile entre los 16 y 19 hace ya casi unos tres meses -estiman los comerciantes- fueron uno de los motivos por los que volvieron. “Buscan buenos precios y calidad, por eso muchos están de nuevo cruzando la cordillera”, sostuvo una vendedora entrevistada por este medio, quien además agregó que obviando el costo del combustible y el suprimir pernoctar en Chile, comprar a pesar de lo bajo que está el cambio les conviene.

“Los precios siguen baratos pese que se modificó el tipo de cambio, de todos modos nosotros emperezamos a incorporar promociones y a ajustar para la baja un poquito los precios”, agregó Blanca, asegurando que el 2018 fue realmente un año malo para el sector comercial.

Un dato que expuso otra comerciante de Punta Arenas y que indicó que los empujó a hacer más atractivos sus precios es que en los últimos meses comenzó a surgir un comercio paralelo, y que es a través de las redes sociales. Evangelina, quien tiene un local en la zona céntrica, remarcó: “Nuestro competidor era la inestabilidad económica de la Argentina, y ahora es Facebook”, dijo un tanto molesta por la falta de controles en su país sobre esta práctica. Expresó que por la red social usuarios han encontrado la forma de generarse una agenda de clientes y realizar transacciones de forma informal.