En el día de ayer la abogada de la víctima dio a conocer el caso que lleva adelante, luego de que compañeros de trabajo de su defendida, difundieran imágenes íntimas a través de un grupo de WhatsApp.

Recordemos que la abogada, Laura Álvarez, relató que tres mujeres difundieron imágenes y un video de la intimidad de una compañera de trabajo, quien además un año después, tuvo que soportar un intento de extorción de otro compañero.

La mujer, víctima de los daños ocasionados por tales acciones, habló en Aire Libre FM y se refirió al hecho en el que se vio involucrada a fines del año 2018.

“Yo me entero porque un grupo de compañeros solidarios se acercaron y me avisaron que estaban difundiendo fotos mías, el cual no lo podía creer. Me empecé a sentir muy mal, tuve que faltar a mi puesto de trabajo, fue algo que no lo esperaba más que nada” comentó en primer lugar la empleada de una fábrica de Rio Grande.

Tanto la abogada como su defendida, estiman que la difusión habría comenzado con la venta de un celular de la mujer, sin embrago eso no está claro. “En realidad, no sabemos cómo se realiza esta operación, el tema es que las fotos han salido y han sido públicas” enfatizó.

“Me han perjudicado tanto psicológicamente, también en la vida social. Uno piensa que a uno nunca le puede pasar hasta que pasa” manifestó.

Al mismo tiempo agregó “fue todo un calvario, las personas más allegadas me mandaban apoyo, pero tuve que encerrarme en mi puesto de trabajo, donde no salía a comer y salía solamente para ir al baño. No podía salir a realizar mis tareas rutinarias, me sentía perseguida y observada todo el tiempo. Así estuve por varios meses”.

“Estuve yendo al psicólogo y al psiquiatra, tomando pastillas para poder dormir porque aparte de todo esto, sabemos que no queda en el puesto de trabajo, sino que se sigue desparramando por todos lados. Tuve avisos de compañeros de otras fábricas, de las madres de la escuela o del Jardín, fue algo que se hizo muy grande” indicó.

En la actualidad la mujer continúa trabajando en la misma empresa, “sigo trabajando en la misma empresa, cuando me entere quienes eran las personas, en un momento se tornó muy difícil porque convivimos el día a día” destacando que “esas personas siguen en el mismo puesto de trabajo”. “El caso lo lleve a la parte gerencial y se tranquilizó la situación porque todo el mundo sabe que estoy acompañada por mi abogada y que esto lo hemos hecho, no tan público como ahora, pero que sí que estábamos al tanto de lo que sucedía” añadió.

A pesar de las acciones legales, las promotoras de delito de mobbing o acoso laboral no se retractaron por su accionar. “He hablado con alguna de las chicas, pero disculpas no ha surgido de nadie. Lo hemos hablado muy por encima, pero en sí, nunca surgieron las disculpas por parte de ellas” asumió.

Para fines del 2019 la denunciante también tuvo que soportar un intento de extorción de un ex compañero. De forma anónima el sujeto le solicitaba dinero o en consecuencia difundiría las imágenes por otras redes sociales.

 “Cuando pensé que estaba saliendo sucede esto, ahora esta persona si tiene una orden de restricción a mi casa, hacia mi familia, como a objetos personales y demás. Eran amenazas porque pedía el dinero, entonces esa parte si la pudimos realizar. Si bien la persona hoy en día no molesta, pero si tenemos la causa civil también contra él”.

Al concluir la entrevista, apeló “junto con la abogada queremos demostrar que hay que medir las consecuencias antes de difundir fotos de cualquier persona por los daños que le pueden causar a un tercero. Que todo el mundo tome conciencia que ya no es como antes, que ahora hay una ley de que nos protege a todos por igual”.

“Ahora esperamos que el juzgado pueda llegar a mover esto, que salga a la luz y que las personas que hicieron esta maldad paguen los daños ocasionados”.