La NASA emitió una alerta máxima por tormentas solares, advirtiendo que un repunte inesperado en la actividad del Sol podría tener consecuencias graves sobre la infraestructura tecnológica en Argentina.
El fenómeno, conocido como eyección de masa coronal, se produce cuando enormes cantidades de plasma y campos magnéticos son expulsados desde el Sol a velocidades que superan los 2.000 km por segundo. Estas partículas pueden llegar a la Tierra en pocas horas y generar fuertes alteraciones en la magnetósfera.
Impactos posibles en Argentina
Por la ubicación geográfica del país, los efectos podrían intensificarse. Según la NASA, los riesgos más inmediatos incluyen:
- Caída de satélites y GPS: afectaría la aviación, el transporte marítimo y hasta las aplicaciones de geolocalización.
- Interrupción en las comunicaciones: fallas en internet, telefonía y señales satelitales.
- Apagones masivos: sobrecargas en transformadores eléctricos, como ocurrió en Quebec en 1989, cuando millones de personas quedaron sin luz durante más de 9 horas.
- Servicios críticos en riesgo: hospitales, centros de datos y transporte público podrían sufrir interrupciones.
- Auroras en latitudes bajas: un efecto visual que podría repetirse en la región, como sucedió en mayo de 2024 hasta el sur de México.
Recomendaciones
La agencia espacial sugiere medidas preventivas que van desde reforzar la protección de transformadores eléctricos hasta que los usuarios individuales cuenten con baterías de respaldo y sigan los avisos oficiales.El monitoreo de estas tormentas se realiza en conjunto con la NOAA y la ESA, a través de satélites especializados como TRACERS e iniciativas futuras como IMAP y SWFO-L1, lanzados con cohetes Falcon 9 de SpaceX. Estos sistemas permiten emitir alertas tempranas de hasta 72 horas.
Un fenómeno en expansión
La alerta se da en el marco del Ciclo Solar 25, iniciado en 2020, que sorprendió a los especialistas por un aumento en la intensidad de las erupciones. El escenario podría extenderse hasta la próxima fase, entre 2029 y 2032.Mientras tanto, la NASA advierte que el Sol seguirá activo durante miles de millones de años, aunque su evolución natural lo convertirá en una gigante roja que cambiará radicalmente el destino de la Tierra en el futuro.
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