
El avance se dio tras una década repleta de esfuerzos para desarrollar modelos de embriones a partir de células humanas y de ratón. Los científicos los utilizan para estudiar las primeras etapas del desarrollo embrionario y cómo se forman los órganos. "El objetivo no es crear ratones o bebés fuera del útero, sino impulsar la comprensión de cómo se desarrollan los órganos en los embriones y utilizar ese conocimiento para desarrollar nuevas formas de curar a las personas", afirman los investigadores.
¿Qué significa este logro de cara al futuro?
El método utilizado podría abrir nuevos horizontes para estudiar cómo las células madre forman los órganos. Y, de esa forma, viabilizar el camino para crear tejidos y órganos que sirvan para trasplantes. "El embrión es la mejor máquina para hacer órganos y la mejor bioimpresora 3D: intentamos emular lo que hace", señaló el jefe del equipo de investigación, el profesor Jacob Hanna, del Departamento de Genética Molecular del Instituto Rehovot.
En el futuro, los modelos de embriones sintéticos podrían convertirse en una fuente fiable de células, tejidos y órganos para el trasplante. Además, podrían servir para minimizar el uso de animales en la investigación.
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