Domingo Zarza, oriundo de Comandante Andresito, Misiones, atraviesa un duro momento en Río Grande tras la muerte de su hijo, Ramón Sebastián Zarza, hallado sin vida en una celda de la Unidad de Detención Uno. El hombre permanece en la ciudad fueguina a la espera de definiciones judiciales y solicitó colaboración económica para poder afrontar los gastos que le permitan cremar a su hijo y regresar a su provincia.

Según explicó, la cremación tiene un costo cercano al millón de pesos, suma imposible de afrontar con sus recursos. A ello se suma el valor del pasaje aéreo para volver a Iguazú, que tampoco puede costear. “Necesitaría que alguien me ayude con eso, porque yo quiero llevarme las cenizas de mi hijo”, expresó conmovido.

El trámite, sin embargo, aún no se concreta porque Zarza aguarda la autorización de la jueza interviniente. Señaló que ya solicitó una audiencia para dialogar con la magistrada y con el fiscal, pero hasta ahora no obtuvo respuesta. “Es como que leyó mi mensaje y no contestó. Yo no conozco nada de acá, si no me lleva Jorge Lacovara, que era el patrón de mi hijo, no tengo cómo moverme”, explicó.

El hombre destacó que el ex empleador de Ramón le brinda asistencia, al proporcionarle un lugar donde quedarse y acompañarlo en los traslados al Juzgado. Incluso la empresa contrató un abogado, aunque Domingo desconoce su identidad. “Me gustaría tener información más clara y rápida, porque el tiempo pasa y mi familia está esperando en Misiones”, agregó.

En medio del dolor, Zarza confesó que se siente aislado y con miedo. Dijo que permanece casi todo el tiempo encerrado en una habitación, por temor a salir a la calle tras recibir presuntas amenazas vinculadas a la situación dentro del penal. “No quiero salir por miedo”, sostuvo.

A pesar de estas dificultades, el padre del joven fallecido insistió en su reclamo: poder concretar la cremación, volver a Misiones con las cenizas y, sobre todo, obtener respuestas de la Justicia para conocer qué ocurrió realmente con la muerte de su hijo.