Para quienes buscan presenciar uno de los eventos más impresionantes del año en el cielo nocturno, esta es una oportunidad que no deben perderse.

Las lluvias de estrellas se producen cuando la Tierra atraviesa la órbita de un cometa o un asteroide, dejando detrás de sí una estela de partículas de polvo y fragmentos rocosos. Estos pequeños restos cósmicos, al ingresar a la atmósfera terrestre a alta velocidad, se queman debido a la fricción con el aire, generando destellos luminosos que conocemos como estrellas fugaces.

El momento en que ocurren estas lluvias de estrellas depende del calendario astronómico y del ciclo orbital de los cometas y asteroides. Algunas lluvias de estrellas ocurren anualmente en fechas específicas, como las famosas Perseidas en agosto o las Leónidas en noviembre, mientras que otras pueden ser menos predecibles, como en este caso, las Líridas, que provienen de pedazos del cometa C/1861 G1 (Thatcher), un cometa que órbita alrededor del Sol aproximadamente cada 415 años.

Para observar una lluvia de estrellas, no se necesita equipo especializado, solo un lugar oscuro y despejado, lejos de la contaminación lumínica. Es recomendable buscar un punto de observación cómodo, como una silla reclinable o una manta, y tener paciencia, ya que puede llevar tiempo ver las estrellas fugaces cruzar el cielo nocturno.

Entre el 14 y el 30 de abril de cada año, los fanáticos de la astronomía tienen la oportunidad de maravillarse con la lluvia de meteoros de las Líridas. En condiciones óptimas de observación, se puede disfrutar de la visión de aproximadamente 18 meteoros por hora, ofreciendo un espectáculo celestial inolvidable.

Este año, el plenilunio coincidirá con la noche del 22 al 23 de abril, brindando la posibilidad de presenciar hasta 100 estrellas fugaces cada hora. El punto culminante está previsto para las 09:00 horas peninsulares, lo que hace que este evento astronómico se mezcle con el amanecer, creando una experiencia única.