La realidad que describe Dora Sánchez, referente de Unión Empleada Doméstica Tierra del Fuego, atraviesa a cientos de trabajadoras de casas particulares: ingresos que no cubren lo básico, derechos recortados y una negociación salarial paralizada.

Sánchez advirtió que la comisión que define aumentos “no fue convocada”, que el espacio físico en Buenos Aires “se redujo” y que la autoridad con firma “vence en octubre”. “Estamos en total incertidumbre”, resumió en diálogo con FM del Pueblo.

El malestar central es el nivel salarial. “¿Quién puede trabajar por $3.700 la hora? No alcanza ni para el boleto ni para medio kilo de pan”, planteó. Y graficó: muchas mujeres salen a las 7 de la mañana, regresan cerca de las 23 y un día entero se les va en transporte.

A los bajos sueldos se agregan fallas de registración: empleadas sin descuentos de transporte, aportes que no se ingresan a tiempo y recibos que, cuando aparecen, llegan todos juntos. Ese cuadro “después se traduce en deudas y trabas con ANSES y la obra social”, apuntó.

La cobertura sanitaria es otro flanco débil. Según Sánchez, la obra social del sector no tiene oficina en la provincia; se gestiona con Río Gallegos o desde Buenos Aires y “la cobertura es mínima”. Valoró, sin embargo, que en Río Grande “los centros municipales atienden con empatía y sin exigir autorizaciones”, algo que —dijo— “no pasa en Ushuaia”.

La dirigente también ubicó la violencia laboral como un problema extendido. “El acoso más frecuente es el ‘te pago lo que quiero y si no te gusta, andate’”, señaló. A eso se suman pagos el día 15, bonos que no se reconocen y “la falta de empatía” en la relación cotidiana.

Frente a ese escenario, destacó la red de sostén entre trabajadoras: “Muchas comparten vivienda para reducir gastos y cuidar a sus hijos. Nos acompañamos en la enfermedad, en el llanto y en la lucha. Eso es nuestra organización: estar y sostenernos, no salir en una foto”.

Sánchez agradeció el espacio en los medios locales y respondió a críticas personales: “No les cobro a las chicas ni vivo de esto. A quienes dicen que lucro, los invito a ayudarme a cortar leña en la chacra. Doy la cara porque no tengo nada que esconder, aunque sea políticamente incorrecta”.