Para contener el aumento de envíos no deseados, WhatsApp comenzará a probar un límite mensual al número de mensajes que un usuario puede mandar a personas que no lo tienen agendado. La idea, explican, es cuidar la privacidad y la seguridad sin quitarle fluidez a las conversaciones cotidianas.
En la práctica, el recorte alcanzará únicamente a chats iniciados con contactos que no guardaron el número del remitente. Si ese destinatario responde, el diálogo se considerará “activo” y dejará de estar sujeto a la restricción. Además, quienes se acerquen al tope recibirán avisos preventivos dentro de la app.
Por ahora no hay una cifra pública sobre cuántos mensajes se podrán enviar bajo este esquema. Meta anticipó que el ensayo se desplegará en al menos doce países durante las próximas semanas y que, una vez evaluados los resultados, definirá el umbral definitivo y una eventual expansión global.
El piloto también medirá el impacto en empresas y marcas que utilizan WhatsApp como canal de atención y promoción. Con esos datos, la plataforma buscará fijar un número que preserve la utilidad del servicio y, al mismo tiempo, reduzca el ruido del spam.
La expectativa de la compañía es que los límites desincentiven los envíos masivos a desconocidos, ordenen el uso de la herramienta y fortalezcan la confianza entre usuarios y organizaciones.
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