La promesa de rapidez y eficiencia que trajo la digitalización también abrió una puerta a nuevas estafas. Plataformas de inversión “milagro”, apps clonadas, videos falsos y perfiles que suplantan identidades son hoy parte del arsenal criminal. “Nadie está exento: todos tenemos vida digital”, advirtió Leandro Cuozzo, analista del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky para América Latina.
De la emoción al vaciamiento: el nuevo libreto
Según Kaspersky, los grupos delictivos combinan inteligencia artificial con ingeniería social para mover a la víctima desde la emoción hacia la acción impulsiva. El guion incluye:
- Apps financieras clonadas que imitan billeteras y pasarelas de pago.
- Videos deepfake de “voceros” o celebridades que prometen ganancias rápidas.
- Phishing con enlaces que roban credenciales o instalan malware.
- Suplantación de identidad para exigir transferencias o datos sensibles.
América Latina: tendencias que preocupan
El informe Panorama de Amenazas 2025 alerta sobre:
- Videos falsos de funcionarios que “respaldan” inversiones inexistentes.
- Proliferación de apps truchas (como “SpyLoan”) que recolectan datos para venderlos, extorsionar o tramitar créditos en nombre de terceros.
- Estructuras criminales profesionalizadas: desarrolladores, “soporte al cliente”, marketing y circuitos de lavado con cripto para dificultar el rastreo.
Por qué nos toman de sorpresa
La urgencia permanente de la vida en línea reduce el tiempo de verificación. Los estafadores explotan lanzamientos de nuevos medios de pago, cambios de reglas o modas financieras para aprovechar el desconocimiento y maximizar daños económicos y reputacionales.
Cómo protegerse (sin volverse paranoico)
- Contraseñas fuertes y únicas + autenticación de dos pasos en todas las cuentas.
- Desconfiar de “ganancias aseguradas” y “oportunidades exclusivas”.
- Nunca compartir claves o códigos por teléfono/chat: los organismos no los piden.
- Verificar la fuente: buscar la noticia en canales oficiales antes de hacer clic o transferir.
- Actualizar sistema operativo y apps, en especial las financieras.
- Usar soluciones de seguridad que detecten amenazas conocidas y emergentes en computadoras y móviles.
“La tecnología es parte de la solución, pero también del problema. Conocer cómo funciona la ingeniería social es tan importante como tener buen software”, resume Cuozzo.Si algo “suena demasiado bueno para ser verdad”, tómate un minuto extra: en la era de la inmediatez, la pausa es tu mejor defensa.
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