En un mundo cada vez más digitalizado, perder el control de tu cuenta de WhatsApp puede poner en riesgo tu privacidad, tus contactos y datos sensibles. El robo suele ocurrir a través de engaños simples, como compartir por error un código de verificación o caer en técnicas de ingeniería social.

Cómo suelen hackear WhatsApp

Entre los métodos más comunes se encuentran:

• Obtener el código de verificación enviado por SMS.
• Hacerse pasar por el titular ante el soporte técnico de la aplicación.
• Engañar al usuario para que entregue datos sensibles.

Qué hacer si sufriste un hackeo

1. Bloquear el acceso: cerrá sesión en todos los dispositivos desde la configuración de privacidad y seguridad.
2. Verificar tu número: intentá reactivar la cuenta con tu línea habitual; recibirás un nuevo código de verificación.
3. Activar la verificación en dos pasos (2FA): añadí un PIN extra que dificulta el ingreso de terceros.
4. Avisar a tus contactos: informales que tu cuenta fue hackeada para que no caigan en posibles estafas.
5. Contactar al soporte técnico: denunciá el hecho en WhatsApp para recibir asistencia en la recuperación.

Cómo prevenir futuros ataques

• Nunca compartas códigos de verificación ni contraseñas.
• Usá contraseñas seguras y, si tu dispositivo lo permite, activá la biometría.
• Mantené actualizado el sistema operativo y la app de WhatsApp.
• Revisá los permisos de las aplicaciones instaladas y evitá descargar software de fuentes no confiables.

Con estas medidas, es posible minimizar el daño tras un hackeo y reducir las probabilidades de que vuelva a ocurrir.