
Con la temporada de peligro de incendios ya en marcha, la Secretaría de Ambiente provincial desplegó una jornada de concientización en Playa Larga, con postas informativas y la presencia de brigadistas, guardaparques y equipos de educación ambiental.
El foco estuvo puesto en un mensaje clave: el índice de peligrosidad cambia a lo largo del día. Por eso, antes de salir al bosque se recomienda consultar el monitoreo diario en la web oficial de la Secretaría, donde también figuran los lugares habilitados para encender fuego.
“Lo que está permitido a la mañana puede quedar prohibido a la tarde si varían el viento o la humedad”, remarcaron desde Manejo del Fuego. Si el encendido no está autorizado, la alternativa segura son anafes o calentadores portátiles homologados.
Otra indicación central: sólo se puede hacer fuego en espacios especialmente autorizados y con disponibilidad de agua para apagarlo de forma correcta. Ya no se recomienda cubrir con tierra, porque puede mantener brasas activas bajo el suelo; la consigna es arrojar abundante agua hasta “ahogar” por completo el foco.
Ante cualquier situación irregular personas encendiendo fuego en zonas no habilitadas o restos mal apagadosse sugiere dar aviso al 103 o al 911. Intentar advertir puede ayudar, pero la respuesta no siempre es buena; el reporte permite verificar y asegurar la extinción.
El contexto climático actual obliga a extremar cuidados: más rayos, más viento y menos humedad elevan el riesgo. El incendio del “corazón de la isla” en 2022 quedó como ejemplo de cómo una chispa puede disparar múltiples focos de manera simultánea.
El mensaje final fue de corresponsabilidad: cuidar la naturaleza también implica planificar la salida, elegir el equipo adecuado y adaptar la comida si el día no permite fuego. Disfrutar del entorno sí; poner en riesgo el ecosistema, no.
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