Verónica Antonia Contreras de los Santos de 51 años de edad, es una mujer que asegura ser vidente, y bajo esta autodenominación se ha entrometido, no solo con la familia de Sofía Herrera, sino también en familias, que así como los Herrera, atraviesan diferentes dificultades irresueltas, como lo es la desaparición de un ser querido.

En septiembre del año pasado, Contreras junto a otro grupo de personas había protagonizado en la ciudad de Río Grande, un serio incidente en la propia vivienda de María Elena Delgado y Fabián Herrera, padres de Sofía.

Esta situación derivó luego en un allanamiento en la vivienda de la presunta vidente, a la vez que a la mujer se la notificó de derechos y garantías respecto de una causa por presuntas amenazas en relación a los padres de Sofía.

Durante ese procedimiento se secuestraron elementos electrónicos como celulares, computadoras y máquinas de fotos y en este mismo sentido, desde la Fiscalía se había ordenado sobre la persona de Contreras, una serie de medidas judiciales; entre ellas mantenerla sujeta a proceso, prohibición de salir de la provincia, contacto con la familia de Sofía y una medida que le prohíbe referirse en cualquier instancia pública o privada al tema, incluidas las redes sociales, lo cual, podía ser pasible de desobediencia o una sanción.

Más allá de estas medidas impuestas a la mujer, la misma continúa con los hostigamientos, básicamente a través de las redes sociales o medios alternativos, lo que implica un serie temor para los padres de Sofía, ya que entienden que de algún modo, está siendo acechados por la presunta vidente.

Este temor o amenaza se incrementa a partir del informe del psiquiatra forense del Poder Judicial, el cual expresa concretamente que Verónica Contreras presente un “cuadro de psicosis” el cual tiene su origen en factores externos que derivan directamente en esta especie de persecución y obsesión hacia la familia Herrera.

En el mismo informe del psiquiatra, se recomienda a Contreras buscar apoyo psicológico, sugerencia que habría sido aceptada, pero más allá de esto, la mujer continúa con la misma postura sobre los Herrera.