
A una semana del inicio del juicio oral por el intento de homicidio de Lautaro Ortigoza, este martes se escucharon los alegatos del fiscal Jorge López Oribe, quien solicitó al Tribunal que los acusados Mía Martina Villanueva y Dilan Catriel Blanco sean condenados a una pena de 20 años de prisión.
El representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo que durante el debate oral quedó debidamente acreditado que el hecho, ocurrido el 11 de junio de 2023 en la zona del ex frigorífico CAP, fue ejecutado mediante un plan común, con premeditación, alevosía, y con la colaboración de un menor inimputable.
López Oribe calificó el ataque como homicidio doblemente agravado —por el vínculo y por la alevosía— en grado de tentativa, con concurso premeditado de dos personas y participación de un menor de edad, todo en carácter de coautores, conforme a los artículos 80 incisos 1°, 2° y 6°, 41 quater, 42, 45 y 48 del Código Penal.
El fiscal afirmó que Dilan Blanco fue el autor material de las múltiples puñaladas que recibió la víctima, mientras que Mía Villanueva no solo ideó y gestionó la emboscada, sino que participó activamente en la escena del crimen. “Fue ella quien ideó el plan, engañó a la víctima para atraerla al descampado, y lo iluminó con el flash del celular durante el ataque, alentando la agresión en sus últimos instantes de conciencia”, afirmó.
El funcionario judicial relató con crudeza que Ortigoza —primo de Blanco— fue citado mediante engaños a través de la cuenta de Instagram de Sebastián Santander, un menor de edad que colaboró con los acusados y cuya inimputabilidad ya había sido determinada en la etapa de instrucción.
Cuando Ortigoza llegó al lugar, fue abordado por sorpresa por Blanco, quien lo apuñaló en el cuello, rostro y cabeza con un cuchillo que había llevado desde su casa. Villanueva se mantuvo presente durante todo el ataque. Luego de creerlo muerto, lo arrastraron hasta un desnivel del terreno y lo dejaron colgado de una estructura metálica, expuesto a la intemperie y desangrándose, en condiciones climáticas extremas.
Gracias a que la víctima había enviado su ubicación a un amigo minutos antes, y a la rápida intervención de la Policía, Ortigoza fue rescatado con vida. Permaneció internado en terapia intensiva durante casi tres semanas, en estado crítico, con asistencia respiratoria mecánica y múltiples lesiones: fracturas en cráneo y rostro, heridas cortantes profundas, y más de 200 puntos de sutura.
En su alegato, López Oribe destacó que la intención homicida estuvo presente desde el primer momento. Desmintió que Villanueva no supiera lo que iba a ocurrir, como intentó argumentar la defensa, y recordó que la joven eliminó mensajes, difundió conversaciones privadas de la víctima y mintió en su declaración. “Mía es una manipuladora. Ella fue quien instigó, planificó, expuso y luego intentó desligarse del resultado. Pero estuvo allí, alumbrando con el flash mientras su consorte de causa apuñalaba”, expresó.
El fiscal también se refirió al testimonio que Dilan Blanco brindó días atrás, cuando declaró que era “el único responsable” y que Mía “no sabía lo que iba a pasar”. Para López Oribe, esa declaración fue una estrategia defensiva. “Blanco sabe que está gravemente comprometido y busca excluir a Mía para atenuar su pena, pero eso no borra su coautoría”, explicó.
Sobre el final de su intervención, López Oribe subrayó que no existen causas que justifiquen el accionar de los acusados ni elementos que reduzcan su responsabilidad penal. Por el contrario, remarcó la violencia inusitada del ataque, la planificación, el vínculo de parentesco entre victimario y víctima, y el uso de un menor como elemento de engaño.
Por todo esto, solicitó al Tribunal de Juicio que los imputados sean condenados como coautores de homicidio doblemente agravado en grado de tentativa, con una pena que va de 13 años y 4 meses a 20 años de prisión efectiva.
El juicio continuará en los próximos días con los alegatos de las defensas de Villanueva y Blanco, antes de que los jueces dicten el veredicto final.
Compartinos tu opinión