Tras la detención de una mujer que ingresó recientemente a la capital fueguina por vía aérea con 41 cápsulas de cocaína en el intestino, el fiscal insistió, tal como viene haciéndolo desde hace años, en que la falta de cámaras de vigilancia fuera de la aerostación impide ver cómo proceden “las mulas”, quiénes las están esperando y de qué modo se transportan.

El domingo último se detuvo a una mujer de origen extranjero, nacionalizada argentina, en el aeropuerto Malvinas Argentinas de Ushuaia, a la que se logró detener por transportar medio kilogramo de cocaína distribuida en 41 envases plásticos, en sus órganos internos. Al respecto el fiscal federal Juan Soria, indicó que ”la Aduana tiene la facultad de revisar el equipaje y en función de ello se originó un intercambio de palabras que puso en evidencia a la mujer por su estado de nerviosismo».

En diálogo con la prensa, Soria sostuvo que ante esa situación, la recién llegada terminó por admitir que transportaba estupefacientes en su cuerpo.

Consultado sobre su lugar de procedencia y otras precisiones, el fiscal se abstuvo de responder aduciendo que la investigación se encuentra en pleno desarrollo a fin de determinar ese dato y otros.

Finalmente, el Dr. Juan Soria resaltó nuevamente, como ya lo ha hecho en otras oportunidades, que “si bien el aeropuerto está trabajando de forma mancomunada con la Aduana y la PSA, estaría faltando una barrera de control interna de cámaras exteriores para saber si las personas que salen del aeropuerto se encuentran con alguien o en que se transportan».