La constante suspensión de vuelos por razones climatológicas a la ciudad de Río Grande no sólo despertó el malestar de los usuarios, sino que abrió el interrogante sobre la veracidad del anunció que se hizo desde la Empresa Argentina de Navegación Aérea, cuando en junio de 2017 confirmó la instalación y pleno funcionamiento del nuevo ILS.

En las últimas tres semanas se registraron al menos 18 vuelos cancelados, esto contado desde el luctuoso hecho que sucedió la madrugada del 23 de junio, cuando un trabajador de la torre de control se quitó la vida en su lugar de trabajo, hasta el viernes de la semana pasada, cuando se terminaron seis días consecutivos de inoperatividad del aeropuerto por razones climáticas.

“El equipo de ILS está instalado y funciona, pero requiere que se tengan que adaptar y complementar otro tipo de infraestructura, para que los mínimos de aproximación sean más bajos de los 1.200 metros de visibilidad que actualmente tiene”, aseguró Juan Pablo Mazieri, piloto de la empresa Aerolíneas Argentinas, secretario de prensa de APLA, ante una consulta de El Diario del Fin del Mundo (EDFM).

Hay que recordar que el 5 de junio de 2017, bajo el título de “nueva tecnología de navegación aérea para el aeropuerto de Rio Grande”, la Empresa Argentina de Navegación Aérea, confirmó el pleno funcionamiento del ILS que guía a los aviones en su aproximación al aeropuerto, permitiendo operaciones más seguras, de mayor precisión y confiabilidad.

En el comunicado oficial de aquél entonces, se consignaron expresiones de Agustín Rodríguez Grellet, presidente de EANA, quien señaló: “La modernización de nuestra infraestructura aeronáutica avanza a ritmo firme, esta vez con nuevos equipos, para permitir operaciones más seguras, de mayor precisión y confiabilidad. Queremos brindar un servicio cada vez mejor y reducir los costos de operación de las empresas aéreas.”

Otras causas

Pero no todo pasa por lo del funcionamiento del ILS, también está la cuestión de los horarios de los vuelos que estaban vigentes hasta esta semana. Antes todos eran en nocturnos y de madrugada, cuando hay más probabilidades de una situación climatológica adversa, con la formación de niebla que “en Río Grande tiene la particularidad que es de una característica muy densa”, sostuvo el piloto consultado.

El integrante de APLA también expresó que otra contra que tiene el aeropuerto de Río Grande, es que está ubicada en la Patagonia, una región donde no hay aeropuertos con cobertura H24 (es decir funcionado las 24 horas del día), por lo tanto, no existen destinos alternativos cuando surge una contingencia (que no exclusivamente debe ser climático), en los vuelos que no pueden aterrizar en Río Grande.

Para hacerlo más ilustrativo, cuando se programa un vuelo con destino RGA, el avión cuenta con combustible para cubrir el tramo, partiendo desde Buenos Aires y un extra para poder volar durante 45 minutos. Entonces, el hecho de no encontrar aeropuertos alternativos, con la limitación antes indicada, hace que la operatividad sea más que compleja y muchas veces se opte por cancelarlo; pero esta son cuestiones que escapan a la empresa Aerolíneas Argentinas y obedece a una falta de política de integración área de la Región, que necesita de infraestructura y personal.

Mazieri sostuvo que “nuestra Patagonia es muy extensa y necesita tener todos los aeropuertos funcionando, que cuenten con horarios versátiles y flexibles para que puedan estar operando en todos los horarios”.

El piloto consultado por EDFM dijo que “nos ha pasado de tener un vuelo a Río Grande, en horario de madrugada, que por cuestiones de clima y por la limitación en la operatividad del ILS, respecto a los metros mínimos de aproximación, no pudo aterrizar y se buscó la alternativa del aeropuerto de Ushuaia, pero nos encontramos que no está operativo porque no cuenta con dotación para su funcionamiento durante las 24 horas”.

Más adelante sostuvo: “En Río Grande la niebla suele ser bastante densa, por lo que 1.200 metros de visibilidad es restrictivo, por lo tanto, para lograr los mínimos inferiores, hay que hacer el estudio pertinente para poder reducirlo a los 800 o al menos 500 metros, ya sea con la instalación de un sensor digital de visibilidad, que es muy preciso, un equipamiento similar al que tienen los aeropuertos de Ezeiza, Aeroparque y Córdoba”.

Inversiones no faltan

Lo llamativo de todo, es que en el aeropuerto Ramón Trejo Noel las inversiones no faltan. Hace poco, en octubre de 2018 se confirmó la llegada de la nueva autobomba incorporada al aeropuerto internacional Ramón Trejo Noel. Así, el edificio de Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios (SSEI) pasó de tener una categoría número 5 a 7, lo que permite prestar servicios a aeronaves de mayor porte.

Desde la ANAC (Administración Nacional de la Aviación Civil), ratificó que el nuevo vehículo marca OshKosh se suma al ya existente en Río Grande, de marca holandesa Kronenburg.

Luctuoso hecho

El pasado 23 de junio, en horas de la madrugada ocurrió la fatalidad del controlador de vuelo Cristian Velazco, de 37 años, quien se quitó la vida ahorcándose en la Torre de Control del aeropuerto Ramón Trejo Noel. Desde ese día y por tres jornadas se cancelaron los ocho vuelos previstos por Aerolíneas Argentinas.

Durante los días posteriores al luctuoso hecho, la EANA procedió a llevar adelante todo el protocolo previsto en este tipo de hechos, convocando a cuerpo de psicólogos para que los compañeros de Velazco puedan superar el mal trance ocurrido, sobre todo por la trascendencia que tuvo.

A partir de este lamentable suceso, desde el propio equipo de crisis habría surgido la sugerencia de modificar los horarios de los vuelos, que luego derivó en la decisión de hacerlo como es en la actualidad, con las frecuencias de arribo a Río Grande a las 7.20 horas el primer vuelo y 8.20 horas el segundo vuelo.

El nuevo horario sería nada más por la temporada alta, debido a la época de vacaciones de invierno, pero se está buscando por todos los medios que se mantengan en el tiempo.

En carne propia

La Gobernadora fue dos veces afectada por la cancelación y reprogramación de vuelos a Río Grande. El primer caso sucedió el 1 de junio de 2018, el cual terminó aterrizando en el aeropuerto Malvinas Argentinas de Ushuaia. Esto la privó de poder estar presente en el acto central por el día de la Provincia, que se realizó en instalaciones de la Misión Salesiana.

El miércoles pasado, 10 de julio, fue la segunda oportunidad en que la Gobernadora recibió la noticia de la cancelación del vuelo hacia RGA, por razones climáticas, por lo que debió optar por solicitar que se le reprograme el vuelo, una vez más a Ushuaia.

Fuente EDFM