
La Armada Argentina anunció la próxima baja definitiva de los cazas de combate Súper Étendard, emblemáticas aeronaves de origen francés que protagonizaron acciones decisivas durante la Guerra de Malvinas en 1982, como el hundimiento de dos buques británicos. La medida se debe a la imposibilidad de conseguir repuestos para mantenerlos en condiciones operativas.
Los cinco aviones que participaron activamente en el conflicto bélico fueron adquiridos por el país a fines de la década de 1970 y llegaron en 1981, un año antes del enfrentamiento con el Reino Unido. Desde hace tiempo, estas unidades permanecían en tierra, sin capacidad de vuelo, debido al desgaste por el paso del tiempo y a la falta de componentes críticos.
A estos se suman otros nueve Súper Étendard incorporados posteriormente como parte del contrato original con Francia, pero que no intervinieron en la guerra ya que arribaron al país después de 1982.
La decisión de desafectar estas aeronaves pone fin a una etapa significativa de la aviación naval argentina. Los Súper Étendard dejaron una marca indeleble en la historia militar del país, especialmente por su rol táctico durante la guerra del Atlántico Sur. Sin posibilidad de modernización ni mantenimiento, quedarán como parte del patrimonio histórico, sin capacidad operativa.
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