La Administración de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) puso en vigencia una nueva actualización en la escala de impuestos internos que rige para autos, motos y otros vehículos terrestres, una medida que modifica el esquema vigente y que podría traducirse en cambios relevantes en los precios de los 0 km. El tributarista Sebastián Domínguez analizó el impacto del ajuste y anticipó posibles reducciones en concesionarios.
La normativa recientemente publicada abarca a “vehículos automotores terrestres para el transporte de personas (autos); vehículos automóviles terrestres preparados para acampar; motociclos y velocípedos con motor (motos) y chasis con motor y motores de los vehículos alcanzados”.
Domínguez recordó cómo funcionaba el régimen hasta ahora: “hasta el 30 de noviembre de 2025, los automóviles cuyo precio eran iguales o superiores a $63.166.936,50 (a la salida de fábrica, sin IVA) debían pagar el 18% de impuestos internos”.
Además, puntualizó que “dado que el impuesto interno se aplica sobre su propio monto, la alícuota efectiva del impuesto es del 21,95%. El precio de venta al público de los automóviles que no pagaban impuestos internos eran de aproximadamente $85.600.000”.
Con el ajuste que comenzó a regir el 1 de diciembre, el especialista precisó que “se incrementó a $74.314.009,43 el umbral a partir del cual los automóviles están gravados por impuestos internos”. Con este cambio, “el precio de venta al público de los automóviles que no pagan impuestos internos es de aproximadamente hasta $102.600.000”. Según indicó, “se ajustó en un 17,65%”.
El movimiento en el piso impositivo deja a un número considerable de modelos fuera de la escala. Para Domínguez, esto puede reflejarse en el valor final al público: “esto implica que hay automóviles que hasta ayer estaban gravados por impuestos internos y hoy dejaron de estarlo, por lo cual su precio podría disminuir en hasta $16.300.000 aproximadamente”.
El especialista hizo además un cálculo concreto de esa posible reducción. En sus palabras: “si la terminal mantiene el precio neto del automóvil y se mantiene el margen bruto nominal con impuestos para el concesionario, la disminución del precio final podría alcanzar $16.311.923 aproximadamente ($118.979.687 – $102.667.764). Es decir, la baja sería del 13,71% ($16.311.923 / $118.979.687)”.
Para el tributarista, este cambio normativo abre la posibilidad de que se vean rebajas en los valores de ciertos 0 km, aunque subrayó que la magnitud dependerá de la política comercial de cada automotriz: “de esta manera, la nueva escalada del impuesto podría generar una baja en los precios de los 0 km, aunque el porcentaje dependerá de cada marca y su estrategia comercial”.
Como contrapartida, advirtió que también podría darse el escenario contrario. En su análisis, “contra la posibilidad de baja juega la devaluación del peso en los últimos meses y que generó que terminales no aumenten los precios de determinados automóviles para que no queden gravados con impuestos internos”.
Y cerró con una advertencia: “Ahora podrían compensar esta situación y no disminuir los precios o hacerlo en menor medida”.
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