\"Se imaginan ir a una oficina pública y que los atienda un empleado comprometido y formado?\", dijo entusiasmado el ministro de Modernización, Andrés Ibarra. Es que desde el gobierno de Mauricio Macri se puso en marcha un ambicioso plan para crear una universidad con cursos para capacitar a los empleados públicos, que busca modificar radicalmente la carrera de los trabajadores de ese sector.
La medida busca premiar con salario a quienes mejoren su formación periódicamente, y penalizar -de una forma aún no explicada- a quienes no lo hagan. Será tanto para empleados de nivel básico como para puestos de mayor jerarquía dentro del Estado.
Para este año, el Gobierno espera que por esos cursos pasen unos 85.000 empleados de la administración central, de un total de 210.000 empleados entre Presidencia, los ministerios, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el PAMI y el Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (Incaa).
El proyecto contará este año con un presupuesto de $ 60 millones, para financiar la puesta en marcha de 219 cursos destinados a distintos estratos de la administración pública, de los cuales el 42% implican una participación presencial. Muchos de ellos se realizarán en un edificio ubicado en la avenida Belgrano, que el Ministerio de Modernización está reformando.
Sin embargo, la mayor parte estará contenida en la denominada \"universidad virtual\", un ítem clave de la iniciativa, que le permitirá al Gobierno llegar más allá de la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, reducir la ausencia de trabajadores estudiantes y bajar los costos de la capacitación. Para ello, ya tienen avanzada la licitación de servicios digitales para crear la plataforma necesaria.
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