El debate por las jubilaciones volvió a escalar en el Congreso luego de que la oposición lograra aprobar en la Cámara de Diputados un paquete de medidas que incluye un incremento del 7,2% en los haberes, una actualización del bono extraordinario a $110.000 y la prórroga por dos años de la moratoria previsional, vencida a principios de este año.

Con 142 votos afirmativos, el proyecto principal obtuvo una mayoría amplia, en la que sorprendió el respaldo de legisladores cercanos al oficialismo, como el bloque tucumano Independencia —alineado con el gobernador Osvaldo Jaldo— y diputados de Salta que responden a Gustavo Sáenz.

Desde el entorno del presidente Javier Milei, ya anticiparon que vetarán las iniciativas si logran ser aprobadas por el Senado, donde La Libertad Avanza no tiene la misma capacidad de freno. "Esperamos que los senadores no acompañen esta demagogia populista", dijo el mandatario tras conocerse el resultado de la votación.

Uno de los temas clave para el oficialismo es la negativa a extender la moratoria previsional. A pesar de las dudas iniciales, esa medida también logró aprobarse con 111 votos positivos, 100 en contra y 15 abstenciones. En ese debate, resultó clave la decisión del bloque Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto, y del sector Democracia para Siempre de no votar en contra.

Mientras tanto, el Gobierno apuesta a una reforma previsional integral luego de las elecciones, cuando espera fortalecer su representación parlamentaria. En esa línea, se presentó un proyecto para crear una comisión especial encargada de redactar una nueva ley previsional. La iniciativa fue impulsada por la diputada del PRO, Silvana Giudici, con aval informal de la Casa Rosada.

En ese borrador, figuran elementos como la “sostenibilidad financiera de largo plazo”, la eliminación de regímenes especiales y el eventual aumento de la edad jubilatoria hasta los 70 años a partir de 2027, tanto para hombres como para mujeres, lo cual está entre los compromisos asumidos por Milei ante el Fondo Monetario Internacional.

La discusión se enmarca en un contexto fiscal delicado. Desde el Gobierno insisten en que estos aumentos pondrían en riesgo el plan de déficit cero y generarían un desbalance en las cuentas públicas. No obstante, desde la oposición remarcan que el refuerzo jubilatorio —aunque limitado— es urgente frente a la pérdida del poder adquisitivo que viven los adultos mayores.

Con la jubilación mínima fijada en $304.723 brutos desde junio, el aumento impulsado por Diputados equivaldría a unos $21.900, a lo que se sumaría una mejora de $35.000 en el bono. Así, los beneficiarios percibirían un incremento cercano a los $56.900 en total.

En paralelo, otros temas sensibles como la emergencia en discapacidad o la situación del Hospital Garrahan también forman parte de las disputas legislativas, aunque en esos casos no se llegó aún a la sanción de una ley que obligue al Ejecutivo a actuar o vetar.

Este paquete previsional representa un nuevo frente político para Milei, en un escenario donde el equilibrio entre recorte del gasto y sensibilidad social se torna cada vez más difícil de sostener.