
El Ejecutivo nacional anunció un nuevo plan de infraestructura energética que contempla la ejecución de 17 obras estratégicas para reforzar la red de transporte eléctrico en todo el país. Entre los proyectos previstos figura la esperada línea de interconexión de 500 kV entre Santa Cruz y Tierra del Fuego.
La inversión estimada asciende a 6.600 millones de dólares y será financiada íntegramente a través de concesiones a empresas privadas, sin erogaciones directas del Estado. La iniciativa busca ampliar la capacidad del sistema de alta tensión, prevenir cortes de energía y modernizar instalaciones que, según explicaron desde el Gobierno, “en un 35% se encuentran al final de su vida útil”.
El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien confirmó que el ministro de Economía, Luis Caputo, firmará una resolución para declarar a estas obras como prioritarias. “Las líneas de transporte eléctrico no acompañaron el crecimiento de la demanda: esta última subió un 20% en los últimos 10 años, mientras que las líneas de transporte de alta tensión apenas el 8%. Esto generó cuellos de botella y un sistema fuertemente saturado”, señalaron desde la Secretaría de Energía.
Las obras se adjudicarán mediante procesos licitatorios de carácter nacional e internacional. El modelo de financiación prevé que los usuarios aporten al financiamiento mediante sus tarifas, aunque “esto será una vez que sean completadas y estén en funcionamiento”, aclararon fuentes oficiales. Este fue, de hecho, uno de los factores que demoraron el lanzamiento del plan.
La cartera energética explicó además que “en los últimos seis años sólo se ejecutaron el 38% de las obras necesarias en transmisión eléctrica” y que la última gran obra de alta tensión nacional data del año 2017. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, la más reciente se remonta incluso a 2006.
El programa de inversiones incluye la construcción de 5.610 kilómetros nuevos de líneas eléctricas, lo que representa un aumento del 38% respecto de la red actual, así como estaciones transformadoras de 500 kilovoltios en distintos puntos del país.
Las obras priorizadas fueron seleccionadas a partir de estudios técnicos y recomendaciones de organismos del sector como la Asociación de Transportistas de Energía Eléctrica (ATEERA), CAMMESA, el Consejo Federal de la Energía Eléctrica (CFEE), el Comité de Administración del Fondo Fiduciario para el Transporte Eléctrico Federal (CAF), y la UESTEE, con participación directa de la Secretaría de Energía.
Entre los 17 proyectos, además del de Santa Cruz–Tierra del Fuego, se incluyen obras en Buenos Aires, Chubut, Catamarca, Mendoza, Córdoba, Corrientes, Formosa, Salta, La Rioja, Jujuy y conexiones internacionales con Bolivia y Paraguay.
El Gobierno apuesta a que esta modernización del sistema energético nacional tenga un impacto directo en la calidad del servicio y reduzca significativamente la frecuencia de los cortes masivos, una problemática persistente en los últimos años atribuida, según expertos del sector, a la falta de mantenimiento y a un esquema tarifario que no permitió inversiones suficientes.
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