En un giro contundente sobre la gestión de la infraestructura vial, el presidente Javier Milei dispuso el cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad, medida que se complementará con un profundo cambio en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). El anuncio fue realizado este lunes por el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien también aprovechó para cuestionar la corrupción que, según el Gobierno, reinó durante las administraciones kirchneristas.

“Por orden del presidente Milei, se decidió desmantelar por completo la estructura de Vialidad Nacional, una dependencia que durante años estuvo marcada por el despilfarro y manejos opacos”, remarcó Adorni. En el mismo sentido, comunicó que la CNRT se transformará en un nuevo organismo denominado Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos y Transporte, cuya principal función será supervisar el esquema de concesiones que se pondrá en marcha.

El Ejecutivo abrirá así la licitación para más de 9.000 kilómetros de rutas, buscando que la inversión privada asuma la modernización y el mantenimiento de corredores que, según Adorni, “se encuentran hoy en un estado deplorable, fruto de décadas de abandono”.

Además, el vocero no dejó pasar la oportunidad para vincular la decisión con los recientes fallos judiciales que involucran a figuras del kirchnerismo. “Este sistema de adjudicación de obra pública que regía hasta ahora generó un déficit monstruoso, que terminó hundiendo las finanzas del Estado y obligando a los argentinos a cargar con impuestos para sostener la corrupción”, sentenció.

Con estas medidas, el Gobierno apunta a reducir el gasto público y a reconfigurar la gestión de la infraestructura, apostando a un modelo en el que predominen las concesiones privadas bajo fiscalización estatal.