
La morosidad en tarjetas de crédito, préstamos personales y cheques alcanzó niveles récord durante el mes de marzo, según datos oficiales difundidos por el organismo encargado de regular el sistema financiero del país. El informe refleja un deterioro en la cadena de pagos que afecta tanto a personas como a empresas, y representa un golpe significativo al crédito.
En el caso de las tarjetas de crédito, la morosidad se incrementó un 2,8%, alcanzando el nivel más alto en los últimos tres años. Por su parte, los préstamos personales registraron una morosidad superior al 4%, el mayor valor en nueve meses. Además, la cantidad de cheques rechazados aumentó casi un 3%, con una tasa de rechazo del 1,3% sobre el total compensado, el porcentaje más elevado de los últimos cinco años.
En términos absolutos, se contabilizaron más de 64.000 cheques rechazados. De ese total, los cheques rechazados por falta de fondos mostraron una suba interanual superior al 220% y un incremento mensual del 11,2%, evidenciando un contexto de creciente dificultad para cumplir con compromisos financieros.
Desde el sector financiero advierten que la cobranza de créditos se está volviendo más compleja, lo que constituye una señal de alerta sobre la capacidad de pago de hogares y empresas. A raíz de estas condiciones, muchas firmas medianas enfrentan obstáculos para acceder al financiamiento y comienzan a ver restringidas sus posibilidades en los mercados de capitales, tanto a nivel local como internacional.
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