La privatización del sistema de producción de chapas patentes en Argentina ha generado un fuerte cuello de botella que se refleja en calles y rutas del país: actualmente más de 655 mil vehículos circulan con patentes provisorias, según datos de la Dirección Nacional de Registros de la Propiedad Automotor (DNRPA). La problemática no es nueva, pero se agudizó desde que el Estado nacional delegó la fabricación en una empresa privada.

Desde mediados del año pasado, se multiplican los autos y motos que transitan con un simple papel impreso en el parabrisas como única identificación, lo que genera complicaciones para el cobro de peajes, multas, estacionamiento medido y controles policiales. Esta situación fue reconocida recientemente por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en una interpelación ante el Congreso.

La empresa Tönnjes Sudamericana S.A., que ganó la licitación convocada tras la salida de la Casa de la Moneda del proceso de fabricación, asumió oficialmente la responsabilidad a fines de abril de 2025. Sin embargo, hasta el momento no logra cubrir la creciente demanda de nuevas chapas. El stock sigue siendo insuficiente frente a la cantidad de patentamientos, que superan ampliamente la capacidad de producción.

Los inconvenientes comenzaron incluso antes de esta gestión. Algunos especialistas del sector automotor advierten que los problemas con la pintura de las patentes, que se borra o despinta con el tiempo, se arrastran desde el gobierno de Alberto Fernández. El diseño actual —implementado en 2016 para aumentar las combinaciones posibles— fue señalado en reiteradas ocasiones por su deficiente legibilidad, afectada tanto por factores climáticos como por la mala calidad de los materiales.

En paralelo, el Ministerio de Justicia, a cargo de Mariano Cúneo Libarona, indicó que los faltantes de insumos se deben a las restricciones cambiarias impuestas en gestiones anteriores, ya que muchos componentes esenciales —como el film protector de la patente— deben importarse. Con la apertura económica actual, aseguran que el abastecimiento será normalizado hacia la segunda mitad del año.

Mientras tanto, en ciudades como Córdoba, se reportan infracciones por circular sin la chapa correspondiente y dificultades en estacionamientos controlados. También se complican los trámites de reposición de patentes y de inscripción inicial de nuevos vehículos. Desde la Policía de la Ciudad, un comisario explicó que en algunos casos las chapas son dañadas a propósito para evitar controles, lo que agrava aún más el escenario actual.

El informe más reciente revela que entre enero de 2024 y abril de 2025 se otorgaron más de 408 mil patentes provisorias, una cifra que crece mes a mes mientras el sistema formal sigue sin respuesta suficiente.

Aunque el Gobierno nacional se muestra optimista respecto al reordenamiento del sistema, los hechos indican que la transición al nuevo esquema privatizado no ha logrado resolver los problemas estructurales, sino que, en muchos casos, los profundizó.