Además de los acuerdos de precios en la góndola, el Gobierno habilitará un plan de subsidios cruzados que realizará el sector privado, para “desacoplar” los precios internacionales de los alimentos del mercado interno. Será el mecanismo de fideicomiso que se aplica hoy en el aceite, y que se trasladará al trigo y el maíz, para impactar en una canasta de alimentos, desde el pan hasta el pollo.

Sin esperar nuevos shocks de precios internacionales, el equipo económico confía que la inflación podría bajar 10 puntos y cerrar en 2022 en 40%. Los cambios en retenciones, que podían hacerse hasta el 31 de diciembre, quedaron descartados.

El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, anticipó que se aplicará este mecanismo: “Es otro mecanismo de desacople que se está estudiando, está bastante avanzados los borradores y calculamos que lo vamos a tener en marcha en 2022”. En diálogo con la agencia Télam, explicó el mecanismo: “Ya funciona en el caso del aceite de girasol y aceite mezcla, son fideicomisos voluntarios privados, donde quienes exportan ayuden a mejorar el precio del que vende en el mercado interno, sin que eso lo tenga que pagar el consumidor”.

Fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo contaron a este diario que la herramienta del fideicomiso, en conjunto con los acuerdos de precios y de salarios, van a “servir como apoyo”. Según supo Ámbito, con una inflación en góndola más estabilizada, podrían aspirar a bajar la inflación en 10 puntos con respecto a 2021, donde se espere que cierre en 51%, según el BCRA. Aclaran, de todos modos, que la inflación es un fenómeno macroeconómico.

“Shock” de precios

Lo que observan dentro del ministerio que encabeza Matías Kulfas es que la suba inédita de los precios internacionales, de más del 70% en algunos commodities, significó un “shock” de precios, similar al de una devaluación. Por eso la idea del fideicomiso, para contener precios en insumos, y no sólo precios de la góndola del supermercado. Aplicar un fideicomiso en trigo y maíz podría impactar en el pollo, la carne, los fideos, y hasta el pan. Para el 2022, el gabinete económico ve a los commodities con precios estables, sin continuar las subas.

En cuanto al fideicomiso ya existente, el del aceite, aspirarán a su renovación, dado que vence el 31 de enero de 2021. Se firmó hace un año entre los empresarios aceiteros nucleados en Ciara, y la secretaría de Comercio Interior. Implicó el abastecimiento de 29 millones de litros mensuales, el 75% del mercado interno. Las firmas exportadoras incluyeron en el fideicomiso u$s 190 millones para trasladar a las empresas aceiteras que asisten al mercado interno y contener precios. Cuando faltaban dos meses para que finalice el acuerdo, las firmas debieron agregar otros u$s 28 millones para evitar un salto en los precios.

“El acuerdo dio resultados hasta ahora”, coincidieron fuentes consultadas en el Gobierno, en el sector aceitero y en los supermercados. Este año, el aceite de girasol subió 52,1%, según la botella de 1,5 litros que releva el Indec en GBA, contra una inflación acumulada del 45,4%.

Retenciones, sin aumento

Este viernes 31 de diciembre vence el plazo que tenía el Poder Ejecutivo para subir retenciones, según lo establecido por la ley de solidaridad social votada en 2019. Pese al reclamo de Feletti de aumentarlas, sobre todo para la carne, el trigo y el maíz, finalmente el gabinete económico decidió mantenerlas.

La explicación, aseguran dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo, es que el shock de precios fue tan importante que para que tuviera un verdadero impacto deberían haber subido las retenciones del trigo y el maíz por encima del 20%. Además, agregaron que la batalla ya estaba perdida, en un Congreso sin mayoría.

Para la carne, sin cambios en retenciones, y con un fideicomiso imposible de implementar, el mecanismo será la ampliación de programas de oferta de precios, la prohibición de exportar 7 cortes populares, y en conjunto con planes de financiamiento para aumentar la producción.