El mercado cambiario volvió a sacudir a los argentinos que planean gastar fuera del país. El llamado dólar tarjeta, utilizado para consumos en moneda extranjera, alcanzó un nuevo récord: en varias entidades ya supera los $1900 por dólar, encareciendo notablemente viajes y compras en el exterior.
El Banco Nación fijó este martes el tipo de cambio oficial en $1475, pero con el recargo del 30% a cuenta de Ganancias, la cotización para operaciones turísticas trepó a $1917,50. En algunos bancos privados, la cifra resulta todavía mayor: el Macro lo ubica en $1943,50, el BBVA en $1930,50 y en otras entidades ronda los $1924.
El recurso de los ahorristas
Frente a este escenario, muchos viajeros apelan a una estrategia cada vez más común: pagar directamente en dólares para evitar impuestos. De acuerdo con datos del Banco Central, en julio los consumos con tarjeta en el exterior sumaron casi u$s952 millones, y siete de cada diez operaciones fueron canceladas con moneda dura.Este fenómeno tiene antecedentes. A fines de 2023, la combinación de impuestos (PAIS, Ganancias y Bienes Personales) llegó a encarecer el dólar turista en un 155%, lo que en valores actuales habría significado un precio cercano a los $3700.
Estrategias para esquivar el recargo
Las entidades financieras sugieren alternativas para quienes tienen dólares ahorrados:
- Configurar la tarjeta de débito para que los gastos se descuenten directamente de la caja en dólares.
- Cancelar manualmente en dólares el resumen de la tarjeta de crédito antes del vencimiento.
- Evitar que los débitos automáticos se pesifiquen y terminen cargando los impuestos adicionales.
El rol del Banco Central y la presión sobre la banda cambiaria
Mientras tanto, en el mercado oficial, el dólar mayorista avanzó hasta $1467 y se acercó al techo de la banda cambiaria fijado en $1473. En paralelo, el contado con liquidación subió a $1492 y el dólar MEP llegó a $1484. El blue, aunque también en alza, se mantiene como el más bajo del mercado al cerrar en $1455.Operadores de la City aseguran que el Banco Central salió a vender cerca de u$s100 millones en el Mercado Abierto Electrónico para evitar una escalada mayor. Esa intervención se convirtió en el principal sostén de la estrategia oficial para mantener el techo cambiario.
Expectativas y tensiones políticas
La fragilidad del esquema es evidente. Con las elecciones de octubre a la vista, el mercado descuenta que la banda cambiaria difícilmente se sostenga mucho tiempo más. La política oficial de usarla como ancla contra la inflación perdió credibilidad, y la demanda de cobertura cambiaria no deja de crecer.La combinación de tasas más bajas, intervención en futuros y ventas puntuales de reservas apenas alcanza para contener la presión. Cada nueva rueda exige mayor esfuerzo y deja en claro que el margen de maniobra del Gobierno se achica.
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