La cadena de supermercados La Anónima, que tiene fuerte presencia en la Patagonia, recientemente presentó los resultados económicos de su balance por el período de nueve meses- cerrado al 30 de marzo- y tal como sucede con otras cadenas supermercadistas muestra una rentabilidad más ajustada producto del menor consumo en el mercado interno y del fuerte incremento en los costos.

Así es que en el período bajo análisis sus ventas alcanzaron los $26.795 millones, lo que representa un incremento del 17,5% respecto a marzo de 2017 cuando había logrado una facturación de $22.788 millones. Al mismo tiempo, sus costos de ventas también se incrementaron un 17,5% porque pasaron de $15.696 millones en 2017 a los $18.455 millones de este 2018. Algo similar ocurrió con sus gastos de comercialización que se incrementaron de un año al otro el 24% ($6.127 millones versus $7.588 millones) y los de administración un 30% ($349.355 versus $455.927).

De todo esto surge que la firma comandada por la familia Braun -de lazos familiares con el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña- de julio de 2017 a marzo de 2018 logró una ganancia después de impuestos de $115,7 millones, lo que se traduce en un retroceso del 65% respecto a lo conseguido un año anterior que había alcanzado los $334,2 millones.

El quid de la cuestión es que la facturación creció menos que la inflación del período y por eso no logró mejores resultados y, tal como señalan los números, esto se agravó por el fuerte incremento de los costos y un volumen de ventas que no consigue contrarrestar el panorama negativo.

La compañía que opera bajo el paraguas de Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia (SAIEP) tiene actualmente 163 sucursales dedicadas a la comercialización de productos de consumo masivo, lo que la ubica cuarta en el ranking de supermercados de la Argentina. Su estructura de logística y distribución constituye una de sus mayores ventajas competitivas y le permite tener un importante liderazgo en la región en la que opera.

Otra cuestión a tener en cuenta es que la firma desarrolla actividades frigoríficas que le permiten una integración de su negocio, además tiene acceso al codiciado cupo de exportación de la Cuota Hilton. En la distribución 2017/18, asignada por el Gobierno Nacional, fue la firma más beneficiada con poco más de 2.300 toneladas.

Ahora bien, más allá de su estructura y beneficios respecto a sus competidoras, las perspectivas que plantea su Presidente, Federico Braun, en las páginas de su último balance no son del todo alentadoras: \"Consideramos que la mejora del consumo seguirá teniendo un ritmo lento. Por su parte, esperamos ver un impacto levemente positivo o neutro de la reforma tributaria nacional y previsional. En contraposición, en materia de gastos operativos, en el nuevo trimestre los aumentos salariales tendrán impacto en los costos laborales y en los costos por servicios tercerizados debido al traslado de éstos a sus tarifas (limpieza, seguridad, transporte de caudales, etc.). Por tal motivo la compañía continuará revisando su estructura de gastos a efectos de mejorar la rentabilidad\", cierra el empresario.