La Justicia autorizó anoche al INCUCAI a avanzar con la ablación de órganos del hombre de 40 años que había sido atacado a puñaladas junto a su hijo el pasado lunes en Río Grande. La decisión fue tomada por la jueza de turno, Cecilia Cataldo, luego de que en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital se confirmara la “muerte cerebral” de Alberto Scariot.
El permiso judicial habilita únicamente la extracción de órganos que no interfieran con los estudios forenses pendientes en la causa. Por ese motivo, el procedimiento del INCUCAI se limitará a la ablación de hígado y riñones, destinados al listado de emergencia nacional, mientras que se mantendrán intactas las zonas que el forense deberá analizar, especialmente aquellas donde Scariot sufrió heridas de arma blanca en la cabeza, el tórax y los antebrazos.
Desde el Juzgado de Instrucción Nº3, que lleva adelante la investigación por la violenta agresión, se dispuso esta modalidad para permitir la continuidad del proceso pericial sin afectar la recolección de evidencia.
En paralelo, el avance del cuadro clínico obliga a modificar la acusación contra Fernando Aaron Moreira, el joven de 22 años detenido por el ataque. Inicialmente imputado por “tentativa de homicidio”, ahora deberá ser indagado nuevamente bajo la figura de “homicidio”.
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