El jueves 7 de agosto marca el cierre de la ventana electoral establecida por la Cámara Nacional Electoral para registrar las coaliciones que competirán en los comicios legislativos del 26 de octubre, donde se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.

Este año no habrá PASO: el Congreso suspendió su realización por única vez, obligando a los partidos a dirimir sus candidaturas en internas cerradas antes de presentar las listas definitivas.

Tras la inscripción de alianzas, el cronograma prevé el 17 de agosto como fecha límite para el registro de candidaturas ante las juntas partidarias. Con las nóminas oficializadas, la campaña comenzará el miércoles 27 de agosto.

En el bando oficialista, La Libertad Avanza (LLA) acelera negociaciones provinciales. Ya selló un acuerdo con Cambia Mendoza —liderado por el gobernador Alfredo Cornejo— que integra al PRO y a fuerzas locales. En Chaco, el radical Leandro Zdero repite la fórmula que funcionó en mayo, mientras que en Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires avanzan conversaciones con Rogelio Frigerio y el PRO, respectivamente.

El peronismo, por su parte, arrastra tensiones internas. Aunque en la provincia de Buenos Aires mostró un frente unificado bajo el sello Fuerza Patria, en otras jurisdicciones persisten disputas por sellos y candidatos. Sectores como Patria Grande, comandado por Juan Grabois, también evalúan competir fuera de la estructura oficial, ampliando la fragmentación.

A la vez, un conjunto de gobernadores del norte y sur forja un espacio alternativo: participan Ignacio Torres (Chubut), Martín Llaryora (Córdoba), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz), con la posible incorporación de Gustavo Valdés (Corrientes). Buscan diferenciarse tanto del oficialismo como del PJ con una propuesta propia.

Con los plazos cumplimentándose y los pactos afinándose, los próximos días definirán qué fórmulas logran imponerse y con qué estrategias cada bloque intentará ampliar su representación parlamentaria.