La secretaria de Gestión Operativa de Tierra del Fuego, Paola Avendaño, confirmó que la provincia enfrenta un aumento significativo en la cantidad de estudiantes que dependen diariamente de los comedores escolares. En diálogo con La 97 Radio Fueguina, la funcionaria explicó que el sistema pasó de atender a 8.000 alumnos a un total de 10.245, un incremento que atribuye directamente al deterioro de la situación económica de numerosas familias.

Avendaño detalló que el agravamiento social se profundizó en los últimos meses: "son familias que han perdido el trabajo los progenitores y los que se quedan sin lo mínimo indispensable" y subrayó que “se ha incrementado esta situación en los últimos meses”. Según su explicación, la estabilidad registrada durante el primer semestre contrasta con el fuerte aumento del segundo: "a mediados de este año junio aproximadamente estábamos llevando el mismo número de niños que asistían a los comedores escolares, estábamos hablando de 8000 niños. De lo que llevó la otra mitad del año hubo un incremento en toda la provincia y llegamos a 10.245 niños”. En números concretos, esto significa 2.245 estudiantes más incorporados al servicio.

El panorama, aseguró, se repite en toda la provincia: "la verdad que el incremento se vio en las tres ciudades, aunque siempre en Río Grande es un poquito más porque tenemos un poco más de población, pero el incremento se vio en las tres ciudades”. Las causas son diversas pero comparten un eje común: pérdida de empleo, ingresos insuficientes y familias numerosas que ya no logran cubrir sus necesidades básicas. "muchos han perdido el trabajo, otros que no les alcanza y son familia numerosa, así que la verdad es que la realidad es la que vivimos todos día a día, que es la falta de trabajo o que lo poquito que tienen no les alcanza”, señaló.

Avendaño remarcó que el Estado provincial sostiene tanto el servicio de comedor como el de copa de leche, y adelantó que ya se analizan alternativas para el receso escolar: "cuando el ciclo lectivo termina siempre tenemos estos programas como el Verano TDF, y este año se está evaluando la cartera de posibilidades que vamos a tener para los niños”. En esos espacios recreativos, explicó, “siempre le brindamos la copa de leche y también acompañamos a la familia con el módulo alimentario”.

La selección de beneficiarios continúa dependiendo del trabajo articulado entre escuelas, equipos sociales y el Gobierno. "siempre se lleva a cabo a través de la trabajadora social, siempre tienen que hablarlo con el trabajador social de cada escuela donde se hace el trabajo de evaluarlo y quienes nos pasan a nosotros”, indicó. A esto agregó que el volumen de demanda obliga a una organización rigurosa: "uno no puede atender a la gran demanda porque sería algo interminable, las trabajadoras sociales presentan las listas y de esa manera uno hace todo lo que lleva la logística para la compra y demás para adquirir los alimentos”.

La funcionaria también reveló la magnitud del trabajo diario durante los programas de verano: "a diario estamos cocinando 10.240 viandas. Llevamos todo lo que es nivel inicial, primario y secundario, y también nuestro espacio de cuidado. En estos espacios de cuidado también se les brinda el servicio de vianda en el turno vespertino noche”. Sobre el destino final de esas raciones, Avendaño reconoció que la evaluación social puede determinar un acompañamiento mayor: "muchas veces la vianda es para el estudiante, pero también según las circunstancias que encuentre la trabajadora social y la evaluación que ellos hacen, se determina si se lleva algún refuerzo para la noche”. Finalmente, destacó el impacto real de ese plato en los hogares: "siempre la vianda es importante en cantidad y come toda la familia”.