El Centro de Veteranos de Guerra expresó su profundo malestar luego de que en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas, se desplegara una bandera con la consigna “Cristina Libre”. La situación generó rechazo entre excombatientes, quienes consideraron que el hecho constituye una falta de respeto hacia los caídos en el conflicto del Atlántico Sur.

Bernardo Ferreyro, veterano de Malvinas e integrante del Centro de Veteranos de Río Grande, sostuvo en diálogo con Radio Provincia que “Malvinas es suelo sagrado, donde descansan nuestros héroes. Allí no se habla de política, ni de fútbol, ni de nada. Se habla de Argentina y de soberanía”. Y agregó que la utilización del cementerio para manifestaciones partidarias resulta “indignante, deshonrosa y de poca calidad”.

Ferreyro señaló que los excombatientes analizan junto a la Confederación Nacional de Veteranos de Guerra qué medidas tomar para que situaciones como esta no vuelvan a repetirse. Si bien reconoció que no se trata de un acto ilegal, afirmó que se ha transgredido “una ley moral” y que el episodio tiene “un profundo trasfondo ético”.

En la entrevista, el veterano también se refirió a la instalación de bases militares extranjeras en el país y al reciente decreto que autoriza el ingreso de tropas estadounidenses a Tierra del Fuego. “El ingreso de tropas extranjeras no es potestad del presidente, sino del Congreso. Allí ya se está transgrediendo la ley. Además, seguimos ayudando al enemigo. Durante la guerra, Estados Unidos apoyó con inteligencia a Inglaterra, y ahora le permitimos instalar una base militar en nuestro suelo”, cuestionó.

Ferreyro advirtió que estas decisiones hipotecan el futuro de las próximas generaciones: “Hoy se entrega soberanía a cambio de solucionar problemas económicos. Eso es muy caro. No solo nos compromete a nosotros, sino también a nuestros hijos y nietos, que van a tener que convivir con bases militares extranjeras en territorio argentino”.

Finalmente, el excombatiente alertó sobre la falta de transparencia en acuerdos internacionales como los firmados con China para la instalación de radares y bases en el país: “Estamos hablando de territorio argentino, y tenemos que pedir permiso a otra nación para entrar a nuestro propio suelo. Es una vergüenza”.