La industria textil de Tierra del Fuego vive días de tensión que podrían marcar su futuro inmediato. Horas antes de una nueva reunión de la Comisión del Área Aduanera Especial (CAAE), el abogado Raúl Paderne expuso un escenario que, según su mirada, combina decisiones administrativas irregulares, intereses sectoriales y un riesgo real de cierre de plantas.

“Estamos en tiempos acelerados porque a las catorce horas la comisión tratará novedades y requerimientos de las industrias. Es el momento adecuado para hablar de la situación de las textiles, que desde el inicio de la prórroga de la Ley 19.640 quedaron en desventaja frente a otros sectores”, planteó Paderne en diálogo con Aire Libre Fm. Representa a Sueño Fueguino, una de las principales empresas del rubro en la provincia, y asegura que la compañía enfrenta un “nivel de persecución alarmante”.

El abogado acusa directamente al subsecretario de Industria de la Nación, ingeniero Cardini. “Es una persona difícil y compleja, que evidentemente tiene una misión fundamental: lograr que las textiles cierren. En el caso de Sueño Fueguino, el hostigamiento es evidente. No se trata de desconocimiento de la ley, sino de una decisión que responde a intereses sectoriales que destruyen a la provincia”, dijo.

El núcleo del conflicto gira en torno a una medida cautelar que le permite a la firma continuar operando. Paderne explicó que “Sueño Fueguino estaba trabajando con una cautelar otorgada por la jueza federal de Río Grande. El Estado Nacional apeló y la Cámara Federal de Apelaciones la revocó, pero ese fallo no está firme. Presentamos un recurso extraordinario y un recurso in extremis que están en trámite, por lo que la cautelar sigue vigente. A pesar de eso, la Aduana actúa como si ya hubiera caído, impidiendo la salida de camiones”.

Para el letrado, esta actitud “está reñida con todo lo que uno puede imaginar sobre cómo debe el Estado tratar a las personas o las empresas”. Advierte que la situación no sólo compromete a Sueño Fueguino: “Todas las textiles están en riesgo de cierre con este señor, porque las está atacando con una cupificación absurda que pretende limitar los beneficios de la ley a un promedio histórico de los últimos diez años, y encima a valores de 2013, 2014 o 2015”.

La decisión, remarca, desconoce por completo la realidad económica del país. “Imaginate, en Argentina, con la inflación de la última década, que te calculen la producción a valores históricos. No es posible la actividad textil en Tierra del Fuego sin los beneficios de la Ley 19.640. Sin esa ley no hay empresas, y sin empresas no hay trabajadores”.

Paderne sostiene que el trasfondo va más allá de un funcionario o un gobierno en particular. “Esto claramente responde a intereses que exceden a una gestión. Lo único que se va a lograr es que terminemos importando, y ahí el Estado también pierde divisas. No hay beneficio posible para la Nación en que las textiles cierren”.

El abogado recordó que Sueño Fueguino emplea a más de 170 personas y que otra firma, Barcla, ya cerró sus puertas. “Nosotros podemos llegar a un pronunciamiento judicial que resarza las pérdidas económicas, pero no vamos a poder defender los puestos de trabajo. Eso es lo que tienen que entender: están afectando a la gente, al empresario y al trabajador. Deberían reflexionar como seres humanos”.

Mientras la provincia espera el resultado de la reunión de la CAAE, el clima es de incertidumbre. Paderne anticipó que presentaron una nota formal para exigir que se respete la medida cautelar. “Hemos agotado todas las instancias. Queremos que se entienda que estas decisiones no impactan solo en una empresa, sino en toda la cadena de trabajo. El objetivo parece ser que las textiles se vayan, pero eso significaría perder una industria entera que sostiene a cientos de familias fueguinas”.