Con la llegada del fin de semana largo y el feriado, muchos fueguinos ya organizan una nueva travesía hacia el sur chileno. Autos cargados, caravanas familiares y grupos de amigos se preparan para recorrer los kilómetros que separan a Tierra del Fuego de Punta Arenas, en lo que promete ser otro éxodo de compradores decididos a aprovechar los precios más bajos del país vecino. La escena se repite cada vez con mayor frecuencia: salidas al amanecer, reservas de alojamiento con antelación y paradas planificadas en el trayecto para llegar a los locales comerciales antes del cierre.

Quienes no pueden viajar, muchas veces encargan a conocidos que crucen la frontera y hagan las compras por ellos. El motivo principal es claro: los precios en Chile resultan mucho más convenientes que en Argentina, especialmente por el tipo de cambio y el menor nivel impositivo. La brecha cambiaria y el atraso del peso argentino hacen que productos importados, tecnología, indumentaria o electrodomésticos se consigan a un costo mucho menor del otro lado de la cordillera. En Punta Arenas, el régimen de zona franca y la baja carga fiscal permiten un ahorro real que, en muchos casos, justifica el viaje completo. Incluso, algunos portales especializados en turismo de compras recomiendan “llevar dólares para cambiar en Chile” en lugar de hacerlo con pesos argentinos, ya que la diferencia puede ser significativa.

El fenómeno del “viaje de compras” a Chile se ha consolidado como una práctica habitual entre los fueguinos. Las ventajas son evidentes: precios más bajos, acceso a productos que no se consiguen en el mercado nacional y la posibilidad de aprovechar promociones locales. Sin embargo, no todo es ganancia. Al costo de los productos se suman gastos de combustible, alojamiento y alimentación, además de las largas demoras en el paso fronterizo y las limitaciones aduaneras que restringen la cantidad de mercadería que puede ingresar sin impuestos. También influye la forma de pago: quienes utilizan tarjetas argentinas deben hacerlo al dólar oficial más el impuesto PAIS, lo que puede neutralizar buena parte del ahorro. Por eso, el efectivo sigue siendo la mejor herramienta para aprovechar al máximo la diferencia de precios.

Para los que planean viajar por tierra, el Paso Internacional San Sebastián será nuevamente el punto de mayor tránsito. El horario de apertura general es a las 08:00 horas, con cierre de salida de Chile hacia Argentina a las 21:40 y cierre de ingreso a Chile desde Argentina a las 22:00. Las autoridades fronterizas recomiendan evitar las franjas de mayor movimiento —entre 10:00 y 14:00 durante la mañana y 19:00 a 22:00 al regreso— para reducir demoras en migraciones y aduanas.

A la hora de definir con qué moneda viajar, la sugerencia más práctica es hacerlo con pesos chilenos, ya que la mayoría de los comercios no acepta pesos argentinos y el uso de dólares puede implicar un tipo de cambio menos favorable. Lo ideal es realizar el cambio en casas oficiales, tanto en Río Grande como en Punta Arenas, donde suele obtenerse una cotización más conveniente y disponibilidad de billetes. Antes de salir, conviene revisar la cotización del peso chileno y llevar alguna aplicación de conversión para evitar errores al calcular precios.

Así, cruzar la frontera para comprar en Punta Arenas se mantiene como una costumbre fueguina que combina planificación, ahorro y una buena dosis de paciencia. Y aunque el viaje puede implicar ciertos contratiempos, para muchos sigue siendo una de las formas más efectivas de cuidar el bolsillo sin dejar de consumir.