
El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción realizó un preocupante balance sobre el presente del sector y advirtió que el panorama para el año próximo es “totalmente negativo”, ante la confirmación de que no habrá nuevos envíos de fondos nacionales para obra pública.
Según detalló, durante la presente temporada sólo se logró avanzar con proyectos de viviendas del IPV, aunque a un ritmo “muy tranquilo”, con fondos gestionados directamente por el organismo provincial. “Se trabajó en función de la disponibilidad presupuestaria del IPV, que incluso se hizo cargo de certificados que debía abonar Nación”, explicó. Si bien los pagos recientes se realizaron en tiempo y forma, continúan pendientes intereses acumulados de certificaciones del año 2023 y parte de 2024.
El referente del sector señaló que “no va a haber más obra pública” y que lo poco que se ejecute en adelante dependerá exclusivamente de los recursos que puedan aportar los municipios o el gobierno provincial. Las únicas intervenciones activas son trabajos menores, como pavimentación o alumbrado, pero su volumen resulta insuficiente para sostener al conjunto de las empresas del rubro.
En ese sentido, diferenció las situaciones de Ushuaia y Río Grande. Mientras que la capital provincial se mantiene en parte gracias a la obra privada, especialmente por el impulso del sector turístico, en Río Grande la situación es mucho más compleja por la falta de inversiones y proyectos nuevos.
“Tenemos empresas que desarrollaron estructuras durante décadas y hoy, al cortarse la obra pública, sobra personal y maquinaria. Algunas están atravesando serias dificultades para sostenerse”, explicó. A ello se suma el desafío de mantener el capital humano: técnicos, mecánicos y operarios con años de experiencia que hoy corren riesgo de quedar fuera del sistema.
Consultado por los costos actuales, indicó que el valor del metro cuadrado oscila entre 1,6 y 1,8 millones de pesos, mientras que una vivienda del IPV de 60 metros cuadrados ronda los 100 millones de pesos, incluyendo terminaciones completas.
También se refirió a las obras inconclusas, entre las que mencionó infraestructura de servicios en barrios de Ushuaia y viviendas nacionales con diferentes grados de avance. De las 414 unidades proyectadas entre Ushuaia y Río Grande, algunas alcanzaron el 80% y otras el 50%, aunque en Río Grande se logró entregar un grupo de 54 unidades hace dos meses.
Finalmente, reconoció que hay diálogo con la UOCRA y que ambas partes intentan sostener los puestos laborales existentes, pero remarcó que “sin obras, no hay mucho margen para el diálogo con el gobierno”.
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