La Obra Social del Estado Fueguino (OSEF) atraviesa un proceso clave de revisión de su padrón de afiliados. El coordinador jurídico del organismo, Jorge Jiménez, explicó en una entrevista radial que el cambio surge a partir de la reforma de la Ley 1071, modificada por la Ley 1596. Esta normativa introduce un artículo que permite la palabra exacta es “podrá” dar de baja a los cónyuges de afiliados titulares que ya cuenten con otra cobertura médica.

Según Jiménez, la medida apunta a evitar la doble cobertura. “Nadie queda sin atención: si el cónyuge tiene otra obra social, debe recurrir a ella. Si quiere permanecer en OSEF, puede hacerlo como afiliado voluntario, abonando un aporte adicional del 1 % al 2 % del salario del titular, según sus ingresos”, detalló. Aún resta la reglamentación definitiva, que definirá si la institución puede aceptar o no a quienes deseen seguir bajo su sistema de salud.

El abogado remarcó que el proceso de revisión es complejo y que ya se dieron algunas bajas y unas 100 nuevas altas, mientras continúa la verificación de datos en distintas bases nacionales. “La discusión no es solo legal; es una decisión de política sanitaria”, insistió.

Más allá de la cuestión de los cónyuges, Jiménez describió un escenario económico delicado para la obra social, que enfrenta el encarecimiento constante de medicamentos y tratamientos. “La salud se paga en moneda constante y los costos suben mientras los recursos no acompañan. Sin financiamiento extra, el déficit es estructural”, señaló.

El funcionario también abordó el alto precio de los medicamentos y las dificultades para negociar con laboratorios internacionales. “Ni siquiera potencias como Estados Unidos logran imponer precios”, ejemplificó.

Mientras se espera la reglamentación de la ley, la obra social continúa evaluando alternativas de financiamiento y medidas para garantizar la prestación, en un contexto donde la sostenibilidad del sistema provincial de salud depende de decisiones políticas y de un aumento real de los recursos.