
El presidente de la Cámara de Transporte de Tierra del Fuego, Darío Loreto, cuestionó con firmeza los discursos que minimizan el impacto del subrégimen industrial fueguino en el resto del país y alertó sobre la falta de políticas concretas para sostener y desarrollar la logística local. “Es mentira que Tierra del Fuego no le deja nada al continente. Cada 100, sólo 30 camiones son nuestros. El resto derrama en otras provincias”, afirmó en declaraciones radiales.
Según Loreto, el 70% del transporte que ingresa a la provincia no está radicado en Tierra del Fuego, lo que demuestra —sostuvo— que sí existe un “derrame real” hacia el resto del país. “Ese flete que se genera acá termina gastando en Mendoza, Buenos Aires o Río Negro. No me lo van a discutir”, enfatizó.
El dirigente señaló que hay un “desconocimiento profundo” de la realidad productiva fueguina por parte de ciertos sectores políticos y mediáticos, a los que acusó de mantener un discurso “constante y destructivo” contra el régimen de promoción industrial. “Tenemos legisladores nacionales que se sorprenden por lo que pasa en vez de defender nuestra ley”, lamentó.
Costo y futuro del transporte
En otro tramo de la entrevista, Loreto advirtió que la caída de la actividad industrial y comercial ya se empieza a sentir en el sector del transporte. Indicó que algunas cadenas de supermercados reconocieron una baja de hasta el 65% en sus ventas, lo cual se traduce en menos camiones ingresando a la isla. “En vez de venir 100 camiones, van a venir 60. Esto va a repercutir en todo”, alertó.Asimismo, remarcó que si baja el volumen de carga, aumentarán los costos logísticos. “No es lo mismo amortizar una cubierta con tres viajes que con uno solo”, explicó.
Sobre la posible baja de precios derivada de la reducción de aranceles a las importaciones, se mostró escéptico: “Quizás bajan al 50% los costos de importación, pero igual lo siguen cobrando al mismo precio. Siempre se manejan así: lo estiran o no bajan nada”.
Críticas a la política local y llamados a la unidad
Loreto también cuestionó la falta de una mesa de diálogo permanente entre los sectores políticos y económicos de la provincia. “No tenemos una política de Estado. Cada uno se tapa la cabeza para que no lo golpeen, y así vamos caminando como podemos”, señaló.En ese sentido, reconoció que desde el sector del transporte también hay autocrítica por no haber desarrollado una logística acorde al crecimiento del polo industrial. “Hay un proyecto de puerto en Río Grande que no se deja avanzar. Cuantos más puertos haya, mejor para todos”, sostuvo.
Finalmente, hizo un llamado a la unidad y al compromiso real con el futuro de la provincia. “Tenemos que dejar de pelearnos. Esta provincia está explotada al 20%. Yo voy a seguir apostando a Tierra del Fuego, pero necesitamos políticas serias, no sólo buenas noticias. Esto se soluciona trabajando en serio”, concluyó.
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