Según el artículo, tras la aprobación de un préstamo por 20.000 millones de dólares, se sucedieron visitas de altos funcionarios estadounidenses, incluido el jefe del Comando Sur, quien viajó a Ushuaia para supervisar instalaciones navales en el canal de Beagle. El reporte destaca que esta región es vista por Washington como una puerta clave hacia el Atlántico Sur y la Antártida.

El interés estadounidense, según los especialistas consultados, no solo responde a cuestiones de seguridad regional o control de recursos, sino también a la creciente rivalidad geopolítica con China. Estados Unidos observa con preocupación los intentos de Pekín por aumentar su presencia económica y logística en América del Sur y en el continente antártico.

En el análisis se menciona que, durante negociaciones anteriores con el FMI, ya existieron presiones desde Washington para impedir acuerdos de cooperación entre Argentina y China, especialmente en materia de infraestructura portuaria y logística antártica.

Además, se plantea que, mientras otros gobiernos de la región mantienen posiciones más críticas hacia la política exterior de Estados Unidos, el actual alineamiento argentino con Washington refuerza el interés estadounidense en consolidar su influencia en el extremo sur del continente.

El informe también aborda el impacto político interno del respaldo financiero y diplomático de Estados Unidos, en un contexto de alta inflación y ajustes económicos en el país.

Finalmente, se advierte que el establecimiento de una base con participación estadounidense en Ushuaia sería parte de una estrategia más amplia para garantizar el control de los pasos interoceánicos y reforzar la influencia de Estados Unidos en el hemisferio occidental, desde el Ártico hasta Tierra del Fuego.