Un informe publicado por El Destape puso en evidencia que la eliminación de impuestos y aranceles aplicada por el Gobierno Nacional para productos fabricados en Tierra del Fuego no se tradujo en una baja real de precios para los consumidores, a pesar de haber sido presentada como una medida clave para reducir el costo de electrónicos y electrodomésticos.
La baja de aranceles del 16 al 8% y la reducción de impuestos internos del 19 al 9,5%, impulsadas por el Ministerio de Economía en el marco de una apertura comercial agresiva, fue promocionada con la promesa de que los precios bajarían hasta un 30% o más. Sin embargo, el relevamiento indica que las rebajas no superan el 10% en la mayoría de los casos, y en algunos productos ni siquiera hay variación respecto a meses anteriores.
Según el informe, gran parte de las rebajas anunciadas fueron anteriores a la medida actual, producto de la simplificación aduanera de noviembre. A esto se suman estrategias comerciales que simulan descuentos, pero que se anulan con los altos costos de financiación. El portal señala que las verdaderas reducciones fueron más simbólicas que efectivas, mientras 7.000 puestos de trabajo en la industria fueguina quedaron bajo amenaza.
Incluso marcas como Samsung, que ensambla en la provincia, informaron rebajas promedio del 7,5%, por debajo del recorte del 10% en impuestos. En el caso de Apple, un iPhone pasó de costar $2.629.990 a $2.393.990, apenas un 8,9% menos, muy lejos del 30 o 50% prometido por funcionarios como el vocero presidencial Manuel Adorni o el ministro Luis Caputo.
Caputo había declarado recientemente que "en las últimas dos semanas cayeron 25% los precios de celulares y televisores", y hasta un 50% en heladeras y aires acondicionados, pero los datos de mercado lo desmienten. En electrodomésticos, los informes del INDEC reflejan incluso una suba acumulada del 5,1% hasta abril.
Autos: otro ejemplo de promesas que no se cumplieron
El informe también expone que los precios de los autos 0km no bajaron pese al compromiso asumido por Caputo con las automotrices. Por el contrario, en junio comenzaron a circular nuevos listados con aumentos de entre 1 y 3%.Marcas como Ford, Toyota, Chevrolet, Renault y próximamente Volkswagen aplicaron incrementos pese a que el ministro había advertido que no lo harían tras la salida del cepo. Las concesionarias justifican los aumentos en la devaluación y nuevos costos logísticos, lo que confirma que la apertura del mercado no logró el efecto buscado en los bolsillos de la gente.
Críticas desde el sector y advertencias por la soberanía
Una fuente del sector empresarial, citada por El Destape, expresó que “no es un problema de precios, sino una decisión ideológica”. La desarticulación del esquema impositivo fueguino —señalan— no sólo no logró reducir significativamente los valores, sino que pone en riesgo un pilar del modelo de soberanía y presencia territorial en el sur del país.El diagnóstico general plantea que la eliminación del régimen industrial fueguino, impulsada por el Ejecutivo con promesas de baja de precios, no sólo afecta la producción nacional y el empleo, sino que no generó los beneficios prometidos a los consumidores, profundizando la desconfianza y el malestar entre empresarios, trabajadores y usuarios.
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