El secretario general de SETIA, Rodrigo Cárcamo, expresó su preocupación por la delicada situación que atraviesa la industria en Río Grande, luego de la reciente votación en la Comisión del Área Aduanera Especial (CAAE) que dejó a la fábrica Australtex sin los beneficios que le permitían sostener su producción.

Cárcamo explicó que durante la reunión se emitieron seis votos en contra de la continuidad del régimen para la planta, entre ellos el de una funcionaria del área de Aduanas de Río Grande. “Nos parece una decisión ilógica —dijo—, porque quien representa a la Aduana local debería defender los intereses productivos de la provincia. Si la empresa deja de producir, también se afecta la recaudación del propio organismo”.

El dirigente consideró que la decisión podría derivar en una reducción de la producción y en la pérdida de puestos laborales, agravando un panorama ya complejo para la industria fueguina. “La empresa no puede cumplir con los procesos que exigen insumos nacionales porque no existen proveedores que puedan abastecerla. Esto fue advertido muchas veces, pero ahora se convierte en una especie de persecución al sector textil”, señaló.

Cárcamo afirmó que este nuevo revés se suma a “una serie de medidas que van en contra de la industria y de la soberanía provincial”. “Ya lo vimos cuando intentaron eliminar la zona fría o los subsidios al gas. Hay un ataque sistemático hacia Tierra del Fuego”, expresó.

El dirigente adelantó que el gremio buscará instancias de diálogo, aunque reconoció que los intentos anteriores para reunirse con funcionarios nacionales “fueron infructuosos”.

“Hoy nuestra tarea es visibilizar lo que está pasando. La industria fueguina está siendo golpeada como no ocurría hace mucho tiempo, y los trabajadores lo están pagando con su empleo”, concluyó Cárcamo.