Los especialistas advierten a los padres sobre la plataforma Roblox, a través de la cual los chicos son captados por perversos para que les envíen fotografías y videos de sus genitales.

Así lo señaló Aníbal Lazzaroni, director del Programa Provincial de Prevención de Delitos y Violencia, del Ministerio de Educación, quien informó que la investigación en curso revela que en la provincia se han detectado inclusive niñas de 7 años victimizadas en este tipo de delito. El funcionario agregó que es indispensable que los padres controlen lo que ven los chicos en los dispositivos.

«Lo primero que hacen es captar la atención y la adicción de los menores a través del juego, luego les piden fotografías de sus genitales, como también videos. Tenemos niñas de 7 años involucradas en la provincia”, comienza señalando Aníbal Lazzaroni.

De esta manera el especialista se refiere a uno de los delitos que preocupa en el mundo: la pornografía infantil, muy presente en Tierra del Fuego. “Nuestra provincia es una de las que mayor actividad registra en el país en cuanto al comercio de imágenes sexuales infantiles” – agrega.

El director del Programa Provincial de Prevención de Delitos y Violencia, del Ministerio de Educación, alerta a padres y adultos responsables del cuidado de niños acerca de un tipo de delito que se relaciona con la navegación de los chicos en la web.

“La semana pasada trabajamos en distintas denuncias sobre una nueva aplicación que está circulando en Río Grande y que se llama NGL, la cual permite que los adolescentes envían mensajes anónimos a las cuatro redes sociales más utilizadas, como son Instagram, Facebook, Twitter y Whatsapp. A partir de la utilización de esta aplicación, se están generando olas de mensajes obscenos tan grandes que el problema está alertando a muchas instituciones. El tema se complica más todavía cuando los adultos empiezan a usufructuar esta aplicación y envían a los chicos mensajes obscenos y propuestas a hacer determinadas acciones fuera de lo legal. Los niños y jóvenes piensan que al ser mensajes anónimos no se puede saber de dónde vienen, pero sí hay herramientas que nos permiten identificar a la persona, siempre y cuando primero se haga la denuncia. Otro problema que tiene esta aplicación es que desde enero hubo una actualización, en donde si un adulto paga 10 dólares, puede conocer el perfil y tener información de a quien le manda el mensaje; y no solo el nombre, sino también conocer su ubicación”.

Por otro lado, el director comentó el riesgo que entraña otra aplicación de juegos en auge: “Todos piensan que el juego Roblox es inocente, pero hay que saber que tiene un índice de acoso muy grande. Dentro del chat del juego se les ofrece a los niños si quieren tener parejas, como también se los invita a ingresar a determinadas salas en donde hay sexo explícito. Lo primero que hacen es captar la atención y la adicción de los menores a través del juego, luego les piden fotografías de sus genitales así como también videos. Tenemos niñas de 7 años involucradas en la provincia. Los que manejan estos juegos son adultos que se dedican a la comercialización de este material. Dentro de la investigación judicial en curso hay involucradas personas de nuestra provincia y del país. Y aunque nosotros siempre trabajamos en la prevención, somos una de las provincias de Argentina con mayor comercio de imágenes sexuales”.

El experto en prevención de delitos pidió a los padres que ante cualquier sospecha realicen la denuncia: “Las familias muchas veces son reticentes a realizar las denuncias, pero es importante que confíen en el sistema judicial y en las investigaciones que se lleven a cabo. Detectamos que muchas veces los menores cuentan las situaciones de abuso o acoso en las redes pero son sus padres los que después deciden no hacer la denuncia. Deben saber que los delitos contra los niños no prescriben. Es importante que confíen y hagan la denuncia».

Finalmente, consultado sobre el suministro de dispositivos como computadoras, tabletas o teléfonos celulares a los niños para que se entretengan sin control, Lazzaroni fue tajante: “Entregar un equipo libremente a los niños entre los 5 y los 13 años, no es algo lógico. Además siempre tiene que haber una tutoría ejercida por los padres».