
La gobernadora Rosana Bertone no sólo descartó la posibilidad de dar aumentos, sino que puso en duda que pueda contar con los fondos suficientes para afrontar los salarios de agosto, que debe liquidar en septiembre, si la Nación no adelanta coparticipación.
“Esta semana prevemos una reunión con el jefe de gabinete Marcos Peña y el ministro Frigerio, para ver si es posible el otorgamiento de los 500 millones que habíamos solicitado, para poder cumplir con esos 2.500 pesos remunerativos que habíamos otorgado. Son sólo para cumplir en tiempo y forma con las obligaciones”, dijo anoche a FM La Isla.
De los 500 millones solicitados, el gobierno nacional adelantó “un tramo de 100 millones, un tramo de 180 millones y ya se nos comenzaron a descontar mensualmente. Nos descontaron 33 millones de pesos y nos puso en situación de complejidad para pagar los salarios el mes pasado, aunque lo logramos resolver”, dijo.
“No estamos solicitando adelanto de regalías a las petroleras porque no queremos caer en la situación que cayó el gobierno anterior, porque la provincia perdió alrededor de 700 millones. Tampoco estamos solicitando fondos de la soja, que han disminuido, y los usamos para la obra pública. Mucha de la inversión en equipamiento de los dos hospitales se hizo con fondos de la soja”, indicó la mandataria.
Bertone reconoció que en el contexto actual se está limitando a pagar sueldos, aunque no desecha el proyecto de desarrollo que pensó para la provincia y la inversión en obra pública y servicios: “Quiero ser una provincia que dependa lo menos posible de la Nación. La dinámica de Tierra del Fuego fue de solicitudes mucho mayores a las que estamos recibiendo. Yo he pedido el mínimo indispensable de lo que necesitamos y el máximo esfuerzo lo tenemos que hacer como provincia”, expresó.
“Hay pérdidas de puestos de trabajo en todo el país, es una situación muy difícil, estamos controlando mucho, priorizando, hemos solicitado la auditoría al ANSES para ver si podemos recibir fondos extra y salir antes de la emergencia. No sabemos si lo que realizamos es suficiente para que podamos recibir recursos de ANSES, que ya los han recibido las provincias de Formosa y La Pampa, y han modificado su régimen jubilatorio”, señaló.
“Esperamos tener esa posibilidad porque nos ayudaría mucho. No sabemos cuánto puede ser y tampoco estamos seguros de que vamos a entrar”, aclaró de esta ayuda condicionada a la armonización de la caja previsional.
Ante el reclamo de los gremios de una recomposición de salarios y la posibilidad de no poder cumplir con los actuales sueldos, advirtió que “por más que me pongan en situación de juicio político, cualquier gobernador está en esta situación. Es lo que nos ha tocado atravesar en Argentina”.
Además agregó que “no se cumple lo que la constitución plantea que debe ser destinado para salarios. Hoy tenemos casi el 90% de lo que se percibe en salarios”.
Mencionó la gran cantidad de fueguinos que no tienen trabajo, frente a los estatales que sí lo tienen y pidió “que lo cuiden”.
La gobernadora cargó gran parte de la responsabilidad de la crisis en la política del gobierno de Cambiemos. “No son políticas que me satisfagan las que aplica el gobierno nacional, desde mi punto de vista. Se ha optado por una metodología de no gradualidad”, dijo, y deslizó discrecionalidad al momento de definir a quién ayuda: “Atravesamos una situación muy compleja, desde el punto de vista de nuestro espacio político y de las finanzas. Vemos que se priorizan unos distritos más que otros, porque Jujuy tiene una asistencia distinta, o la provincia de Buenos Aires”, comparó, haciendo referencia a provincias conducidas por el mismo espacio nacional.
Lo cierto es que de los 500 millones recibieron 280 que ya se están descontando. Quedan 220 millones pero no está confirmado si se van a recibir: “No era un compromiso, nosotros dijimos cuál era nuestra pretensión e hicimos las solicitudes formales. A partir de la reunión con Marcos Peña sabremos si vamos a contar o no con eso”, concluyó.
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