Rodolfo Rossi corre desde siempre. Se siente en libertad. Es una forma de conectarse consigo y con la naturaleza.

A su paso, trata de transmitir que cualquier meta que uno se proponga con pasión, se puede concretar. Aún con el trabajo que eso implique, quienes lo conocen, dicen que suele estar siempre pendiente de los demás.

Así lo hizo en este recorrido, donde vivió maravillosas experiencias. Cada kilómetro lo esperaba con ansias. De la misma manera que él encaraba la ruta.

Aquellos que fueron cruzándose en su camino, dejaron huellas imborrables en su corazón. Y el dejó no sólo su motivación sino que donó lo que logró recaudar con su esfuerzo. Su propio espíritu quedó impregnado de la energía que necesitaba en la mitad de su vida.

La que mantuvimos fue una charla donde parecía que recorríamos una vida entera en unos cuantos kilómetros. De hecho, durante la entrevista nevó, llovió y salió en sol, como sucede en la vida misma. ¡Gracias Rodolfo, a vos y a todo tu equipo!