
El Gobierno nacional confirmó esta semana un cambio clave para los consumidores: pronto se podrá importar vehículos de forma directa desde el exterior, sin necesidad de pasar por concesionarias ni intermediarios. La medida, anunciada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, permitirá adquirir autos en países fuera del Mercosur, como Chile, lo que generó un fuerte interés en provincias del sur argentino.
En lugares como Santa Cruz, donde muchos vecinos ya cruzan habitualmente la cordillera para realizar compras más económicas, la posibilidad de regresar con un auto 0 km desde Chile representa una alternativa atractiva, especialmente considerando los precios más bajos del mercado trasandino.
Uno de los modelos que más expectativas genera es el Suzuki Alto GL, un citycar fabricado en India y comercializado en Chile por alrededor de 7.678 dólares. Aun considerando el impacto de los impuestos —como el 35% de arancel de importación, el 21% de IVA y otras cargas—, se estima que el costo final podría rondar los 16.000 dólares, lo que lo mantendría por debajo de los precios de modelos equivalentes en Argentina.
La nueva normativa, aún pendiente de reglamentación por parte de la Secretaría de Industria y Comercio, incluirá un esquema más ágil de validación técnica. En lugar de la tradicional Licencia de Configuración de Modelo (LCM), los vehículos deberán contar con un Certificado de Seguridad Vehicular (CSV), que permitirá autorizar el ingreso de modelos ya homologados bajo normas internacionales aceptadas por Argentina.
Sin embargo, los autos deberán adaptarse a los requisitos técnicos nacionales, como el control de estabilidad (ESP), obligatorio en todos los vehículos nuevos en el país. Por ello, no todos los modelos vendidos en Chile serán aptos para circular en Argentina sin modificaciones.
También será necesario acceder a documentación técnica del fabricante o proveedor, lo que podría representar una dificultad para algunos compradores particulares.
Desde la Patagonia, la medida despierta expectativas, pero también cautela. Autoridades y especialistas recomiendan esperar la publicación de la reglamentación final para conocer los requisitos concretos, tiempos y costos del trámite. Aun así, la posibilidad de importar un auto nuevo desde Chile de forma directa ya se perfila como una alternativa atractiva y, en muchos casos, más accesible.
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