La conmemoración que hoy tiene alcance Nacional, se remonta a 1995 cuando un pequeño grupo de excombatientes se juntaron a compartir anécdotas y recuerdos en vísperas del 2 de abril, con el único objetivo de conmemorar a sus pares caídos en el campo de batalla y enalteciendo hasta el día de hoy, el justo reclamo por las Islas Malvinas y sus espacios marítimos circundantes.

Si bien el comienzo de la tradicional Vigilia se ubica en 1995, según el fundamento de la Ley Nacional Nº26.846 de 2013, que declara a la ciudad fueguina de Río Grande como Capital Nacional de la Vigilia, el extenso proceso de Malvinización comienza poco después de finalizado el conflicto bélico.

Desde 1984, un grupo de veteranos decide reunirse con la firme convicción de comenzar a hacer algo en relación a lo que habían vivido. Día a día comenzaron a acercarse con sus diferentes realidades, mientras a nivel nacional se luchaba por una ley que revindicara al veterano con el fin de atender sus necesidades en materia de salud, trabajo, educación y otros aspectos que los golpeaba fuertemente.

De esta unión, nace en Río Grande el primer Centro de Veteranos presidido por Juan Medina, entre los pioneros se encontraban los ex combatientes: Rubén Cena, Juan Medina, Roque Garay, Héctor Díaz, Horacio Chávez, entre otros integrantes que con esfuerzo y dedicación reafirmaron el valor de la Vigilia en la ciudad, en un homenaje que comenzó con la asistencia de unas pocas personas y comenzó a tomar trascendencia en la comunidad toda, contagiando a otros puntos del territorio argentino.

Esta institución que luego se unifica bajo el nombre de “Asociación Centro de Veteranos de Guerra Malvinas Argentina”, decide homenajear a sus compañeros caídos en el campo de batalla de una manera especial y se busca un lugar en la costa, eligiéndose el antiguo monumento a los pilotos de la Fuerza Aérea, creado en los 80, que indicaba la ruta aérea a Malvinas.

Los primeros pasos dados en conjunto fueron la reforma y ampliación del monumento a los pilotos de la Fuerza Aérea, sumándole al mismo el resto de las fuerzas que participaron en el conflicto bélico, incorporando además los nombres de todos los caídos. Finalmente, el 2 de abril de 1999 se inaugura el monumento con el nombre de Héroes de Malvinas.

En años posteriores, el Centro impulsaría proyectos como la ley de jubilación para veteranos de guerra dependientes de la administración pública municipal y provincial, la adquisición de una carpa grande, la cual hoy alberga las actividades de la Semana de Malvinas, llevándose adelante también la producción de un programa televisivo llamado “Malvinas en la memoria”.

En dialogo con Minuto Fueguino, el integrante del centro, Rubén Cena, comentó que, “con el tiempo se fueron incorporando elementos conformándose una heráldica distinta”.

Y recordó, “acá se paraban los lugareños para despedir y recibir los aviones. En este lugar es donde empezamos a realizar las reuniones sin carpa. Era duro porque la gente no entendía, la policía nos seguía, nos miraban con cara rara. No había difusión, teniendo en cuenta que no se terminó bien”, expresó Cena en la Vigilia N° 39, que se llevó adelante con una impronta particular por la ausencia del multitudinario público que acompañaba año tras año.

Luego de dos años de ausencia por la pandemia de COVID-19, los Veteranos de Guerra volvieron a inaugurar la Carpa de la Dignidad y con ella, la Semana de Malvinas en la ciudad norte.

En tal sentido, en el discurso de apertura el presidente del Centro de Veteranos, Raúl Villafañe recordó que varios Veteranos de Guerra reunidos en la costa del mar argentino, “dieron inicio a lo que, con el transcurso del tiempo y con el acompañamiento de la ciudadanía toda, conocemos como la Vigilia por Malvinas”.