
El insólito hecho comenzó el pasado 3 de noviembre cuando una mujer perdió una cartera con pertenencias en la zona del barrio Mutual cuando realizaba compras. Llevaba consigo un bolso el cual contenía una cartera tipo sobre con valiosa documentación personal y laboral, su celular, 25 mil pesos y otras pertenencias de valor afectivo.
La damnificada, Virginia Cerrudo, hizo una exposición policial de extravío en la Comisaría Tercera, luego publicó en la red social Facebook una recompensa de 50 mil pesos a quien le devolviera la cartera con su contenido.
Lo relevante de la historia es que, desde ese mismo día comenzaron a contactarse con la misma para hacer la devolución de las pertenencias en un punto de la ciudad. Ante la imposibilidad del pago completo de la recompensa, la periodista ofreció pagar una mitad con efectivo y lo restante con un pagaré a cancelar, ante esa situación las personas involucradas, dos jóvenes y una joven, comenzaron con maniobras extorsivas exigiendo todo el dinero en lo inmediato.
Por este motivo, en el día de ayer el Juzgado de Instrucción Nº2 ordenó dos allanamientos: en una vivienda de Chacra 4, sobre Milton Roberts al 2600 y en calle Sarmiento al 2700. Llevando adelante también una requisa vehicular en Alberdi y Piedrabuena, donde fue retenido un Fiat Uno de color rojo, con los dos varones y la joven a bordo.
En diálogo con Minuto Fueguino, la damnificada brindó detalles de lo sucedido, aclarando en todo momento que nunca se negó a entregar la recompensa ofrecida, no obstante la acción que debería haber culminado simplemente en una devolución y entrega pactada, terminó como una extorsión.
“Ofrecí una recompensa por 50 mil pesos a cambio de mi cartera que tenía 25 mil pesos, mi documentación personal, tarjetas, llave de mi casa y el celular que es mi herramienta de laburo indispensable”, sostuvo la denunciante.
Ante el extravío, sostuvo que existe la duda en que si sus pertenencias las perdió mientras hacía algunas compras sobre Pellegrini y Ushuaia, o más bien le robaron desde el bolso que cargaba consigo. “Lo denuncié como extraviado porque no podía corroborar que fue robado, pensé que me mecharon porque era una cartera sobre adentro de otra cartera. Fue todo en segundos porque ahí llamé rápido a mi celular y no atendían , entonces no obraron de buena fe desde un comienzo”.
Y narró, “hice la denuncia de extravío en la Comisaría Tercera, de la cual empezamos a ver que mi celular tenía movimientos en distintas partes de la ciudad. Llamábamos pero no atendía nadie, me acerque por mis propios medios a un domicilio donde figuraba que estaba”.
En ese domicilio, fue atendida por una joven quien manifestó no estar enterada de dicha pérdida, “Me atendió super bien, le comente toda la situación y me dice que ella no había estado en su casa, que estaba el hermano. Le dije que si le podía decir que me contacte al celular de mi mamá”.
Horas más tarde reciben el llamado en el teléfono brindado por la damnificada, la persona detrás de la llamada se habría dirigido desde un comienzo con tono amenazante “llaman a mi mamá y yo no estaba con ella en ese momento, le dijo cómo se llamaba esa persona, que medía dos metros y que en 20 minutos tenía que estar al frente del natatorio, por la vidriería. Dijo “voy a estar ahí y quiero mi recompensa”, pero de una manera muy hostil”, narró.
Ante la dificultad de afrontar el pago total en efectivo, Virginia ofreció la mitad del dinero y un pagaré para cancelar la recompensa ofrecida. “Le dije, `mira te voy a pagar todo, pero con plata y un pagaré, de todas maneras vos ya tenes mi dirección y datos`, porque aparte en el GPS figuraba que pasaron por fuera de mi casa. Le dije que estaba esperando que en la semana próxima se me libere un plazo fijo, pero siempre asegure que la recompensa la iba a tener”.
En ese mismo momento la persona involucrada le manifestó estar de acuerdo, pero cambia de idea repentinamente: “`bueno anda a buscar el pagaré y la plata`, a todo esto no me querían dar mi documento ni las tarjetas, me dice ahora te los paso y vamos juntos a hacer la transferencia. Le dije que no tenía plata en mi cuenta, porque no me quería exponer a ir hasta el cajero con esa persona, me empezó a dar miedo por cómo venía la situación que era super extorsiva”.
En el trayecto en que la misma se dirigía a buscar el documento de pago, la otra parte se niega rotundamente a recibirlo, “este pibe me dice, `no me sirve tu pagaré, hasta que no me des la plata no vas a ver tu celular lo voy a mantener apagado. Entonces llamé a mi familia y amigos para juntar la plata que faltaba y le dije que lo esperaba en el mismo lugar que me citó en media hora”.
La entrega se extendió hasta el otro día, ese día me dijo que ya era tarde, que mañana me iba a decir el lugar. Fui a la comisaría y me dijeron que definitivamente era una extorsión, por eso hice la ampliación de la denuncia, La recompensa si la iba a dar pero no era la forma, siempre con mensajes indefinidos”.
En esa instancia, la policía comenzó una investigación con las localizaciones del celular y también sobre las personas que estaban implicadas.
“De hecho me pasaron un CBU con datos para que transfiera y que recién ahí me lo daban, me negué porque lo teníamos que hacer cara a cara. Un vivo barbaro, todo eso también me generaba más inseguridad”.
Finalmente se concreto un nuevo encuentro en la tarde de este jueves en Alberdi y Piedrabuena, donde fue retenido un Fiat Uno de color rojo, con dos varones y la mujer a bordo.
“Me llamó la atención que eran dos masculinos y un femenino, personas con formación, con un buen secundario, con trabajo, chicos de bien con familias espectaculares. Entonces digo, ¿porque se prestaron a eso?, porque no es que son personas necesitadas y que actuaron irracionalmente”, reflexiono la denunciante.
“En algunos portales de noticias dijeron que yo hice la denuncia y que ofrecí una recompensa que es verdad, pero que cuando las personas fueron a cobrar su recompensa yo llamé a la policía y no fue así, nada que ver. Pasaron un montón de cosas en el medio, la forma en cómo se expresaban, las condiciones que ponían y demás”.
Los mismos fueron demorados, y tras mantener contacto con el juez de instrucción 2, a cargo del Dr. Raúl Sahade, de turno; se ordenó la requisa vehicular, allanamiento a la vivienda de las personas y notificación de derechos y garantías para la recuperación de los elementos de la denunciante. “Pude recuperar mi celular, de mi documentación solamente mi DNI , mi tarjeta de débito. El resto de las cosas como las llaves, los 25 mil pesos y otras cosas, eso no”, dijo por ultimo.
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